Volkswagen ha iniciado la producción del ID.4 en su planta de Emden, en Alemania, convirtiéndose esta en la segunda instalación europea que lo hace después de Zwickau. Con la incorporación de esta planta, el SUV eléctrico ya se ensambla en cuatro plantas del fabricante, dos en Alemania y dos en China, Anting y Foshan, a la espera de que este otoño se una a ellas la quinta fábrica, la de Chattanooga, en Estados Unidos, convirtiéndose así en su primer modelo eléctrico global.
Según el fabricante de Wolfsburg, Emden es la primera ubicación de alta tecnología destinada a la movilidad eléctrica situada en la Baja Sajonia. Para poder hacer frente a la demanda de sus coches eléctricos, el Grupo Volkswagen ha realizado una gran inversión económica para remodelar sus fábricas. En esta en concreto se han invertido alrededor de 1.000 millones de euros para la conversión de las líneas de producción, que anteriormente ensamblaban vehículos de combustión. En total, en el estado alemán, Volkswagen habrá invertido 21.000 millones de euros en 2026.
Los trabajos de conversión de la fábrica han durado un total de dos años, en los que el proyecto ha mantenido su hoja de ruta a pesar de algunos problemas habituales en este tipo de tareas. Se han levantado seis nuevas naves de producción y edificios de logística, así como cinco nuevos puentes transportadores. El área total que ocupa la planta tras su transformación es de aproximadamente 125.000 metros cuadrados.
En relación con los empleos, Volkswagen ha llevado a cabo cursos de capacitación virtual relacionados con la producción. Además, desde la primavera de 2020, más de 400 empleados de Emden han viajado hasta Zwickau, la otra fábrica de coches eléctricos de Volkswagen en Alemania, para conocer de cerca el funcionamiento de sus líneas de producción y ampliar su preparación técnica para la producción de vehículos eléctricos.
En todas sus conversiones, Volkswagen ha tenido en cuenta todo el ciclo de vida de los coches, desde la producción a su uso y reciclaje, para mantener su compromiso ecológico. Esta voluntad afecta a sus proveedores, con los que mantiene pactos para emplear electricidad verde para la producción de las celdas de las baterías de tracción. Ha implementado pasos similares en su producción para utilizar un 100 % de electricidad verde. Si los clientes utilizan también electricidad procedente de fuentes renovables es posible que todo el ciclo de vida del coche se complete sin apenas emisiones. Volkswagen ha logrado su objetivo de reducir aproximadamente tres toneladas de CO2 por vehículo de 2020 a 2021, un paso importante para lograr reducir el 40 % de sus emisiones en 2030 respecto a las declaradas en 2017.
"La rápida expansión de las capacidades de producción del D.4 es un componente clave de nuestra estrategia ACCELERATE", ha asegurado el CEO de Volkswagen, Ralf Brandstätter. "Nos ayuda a acelerar la transformación hacia una movilidad sin emisiones de carbono y a aumentar la producción para satisfacer la gran demanda de vehículos eléctricos".
Según Brandstätter, Volkswagen emplea ya a 130.000 personas en el estado de Baja Sajonia. Después del ID.4 será el futuro Aero B, que todavía está en fase de prototipo, tanto en sus versiones berlina como familiar, el que se producirá en Emden. "Además, este año arrancará la producción del icónico ID. Buzz en Hannover de la mano de Volkswagen Commercial Vehicles. Se le unirá a partir de 2023 el ID.3 fabricado en Wolfsburg, mientras que otro vehículo eléctrico, el Trinity, saldrá de la línea de montaje en el lugar a partir de 2026", explica Brandstätter.