Los coches eléctricos chinos están llamando a las puertas de Europa. El Viejo Continente está comprometido con la movilidad sostenible, pero la oferta de sus marcas no resulta especialmente atractiva en precio. Los fabricantes asiáticos quieren cubrir ese hueco. Marcas como XPeng, NIO, Zeekr, MG y BYD forman parte de la actualidad diaria. Cada vez más modelos llegan a nuestro mercado y eso ha supuesto un quebradero de cabeza para la industria local. Europa quiere vigilar la llegada de los coches eléctricos chinos. Acaba de abrir una investigación al respecto, pero en BYD no están en absoluto preocupados. No afecta a su estrategia.
La aprobación de la normativa de 2035, año en el que no estará permitido vender coches de combustión, salvo excepciones, en la Unión Europea, ha supuesto un cambio de rumbo para todas las marcas que quieran participar en el mercado. El giro a lo eléctrico es fundamental para posicionarse de cara a ese nuevo horizonte. Sin embargo, marcas europeas como Volkswagen, Mercedes o Citroën, por ejemplo, tienen que lograr un fino equilibrio durante los próximos años. Los vehículos de combustión todavía representan una parte fundamental de sus ventas, pero no pueden perder de vista la llegada de nuevos rivales que toman la delantera.
BYD mantendrá la presión sobre el mercado europeo
Las marcas chinas no tienen ese problema. No tienen que equilibrar las ventas a corto plazo ya que su objetivo es a muchos años vista. Cada vez hablamos de más coches eléctricos procedentes de Asia. China ya es el máximo participante de la industria a la hora de hablar de coches híbridos enchufables y eléctricos. Su popularidad ha crecido exponencialmente en poco tiempo y firmas como BYD ya se posicionan entre las más comerciales de la industria. Los últimos datos reflejan que podría acabar el año como el mayor vendedor de coches eléctricos del planeta, por encima de Tesla. Una muestra más del poder que han ganado en los últimos años.
La investigación europea para analizar los subsidios recibidos por los fabricantes chinos podría suponer un problema para todos los implicados. China ha reaccionado de forma relativamente tranquila a la medida, pero muchos temen que las conversaciones se compliquen y acaben afectando a la estrategia de las marcas europeas en el país asiático.
En el sentido inverso no hay tanto temor o, al menos, así lo ha expresado la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, en una entrevista realizada al medio Bloomberg. “No nos preocupa que se lleve a cabo ninguna investigación en Europa". "Somos una empresa que cotiza en Bolsa y debe ser administrada con transparencia y abierta a compartir información", ha añadido.
Según Li, la revolución del coche eléctrico es algo que no mucha gente comprende, lo que lleva a una preocupación innecesaria. Están seguros de que una vez se analicen los datosde BYD, las autoridades no tendrán nada que cuestionar. Se espera que la investigación sea lenta, ya que se calcula que las primeras conclusiones saldrán a la luz a finales del año que viene.
BYD tiene alternativas para solventar cualquier normativa que la Unión Europea quiera aplicar. La marca tiene muchas ideas sobre la mesa, como fabricar sus coches en Europa.
Por otro lado, algunos países ya están dando los primeros pasos para poner trabas a los coches chinos. Francia ha sido el primero en levantar la mano. Nuestros vecinos del norte han aprobado una nueva normativa para recibir ayudas por la compra de un coche eléctrico. A partir de ahora los coches recibirán una ayuda proporcional a las emisiones en todo el ciclo de vida. Teóricamente, esta medida afecta significativamente a las marcas chinas, aunque también puede suponer graves inconvenientes para coches europeos que se fabrican en Asia. Italia podría ser el siguiente país en seguir esta medida.