Gracias a Dios no ha habido que lamentar que unos pocos desperfectos materiales tras el incendio declarado en la madrugada del domingo al lunes en la planta de Tesla a las afueras de Berlín. La Gigafactoría de Brandemburgo tuvo que avisar a dotaciones externas para poder sofocar las llamas iniciadas en la planta de reciclaje de la factoría. A pesar de que no hubo que lamentar males mayores, el incidente ha servido para que varias asociaciones reclamen la paralización de las actividades.
Tal y como informa el medio local Moz.de, la Gigafactoría de Tesla en la localidad de Grünheide, próxima a la capital alemana, se ha visto sacudida por un incendio declarado oficialmente la pasada madrugada del lunes a las 3 am. Sin que todavía se conozcan los motivos por los que se declaró el incendio, los desperfectos se centran en pilas de cartón derivadas de la planta principal. Cartones que iban a ser procesados y reutilizados en la zona de reciclaje de la fábrica, que es donde ha tenido lugar el incidente.
Según el informe oficial, el incendio se declara a las 3:33 am por la brigada de bomberos de la propia Gigafactoría. Sin embargo, ante la imposibilidad de apagar las llamas, los 12 bomberos de la fábrica se vieron obligados a avisar a dotaciones exteriores que acudieron a la Gigafactoría para ayudar en las tareas de extinción. Finalmente, y tras realizar trabajos más exigentes de los inicialmente previstos, el incendio fue declarado como apagado en torno a las 8 de la mañana. En ningún momento la actividad de fabricación se ha visto condicionada.
Dado que se trata de material sensible, la presencia de varias dotaciones de bomberos se ha mantenido durante varias horas más ante la posibilidad de que se reactivaran las llamas, algo que finalmente no ha sucedido. El resultado final ha sido la destrucción de 800 metros cúbicos de papel, cartón y madera, sin tener que lamentar heridos o daños personales a ninguno de los trabajadores de la planta o del equipo de bomberos. Se desconocen cual ha sido el motivo para que se iniciara el fuego a una hora tan intempestiva.
Aunque se trata de un suceso sin la mayor incidencia, ha sido motivo suficiente para que algunas asociaciones soliciten la paralización de las actividades de la planta. Hay que tener en cuenta que la Gigafactoría se localiza sobre un área de protección de agua potable. La asociación de agua de Strausberg Erkner (WSE) está alarmada tras comprobar que el agua y los líquidos de la extinción han quedado vertidos sobre una zona sin pavimentar, lo que podría provocar filtraciones a las aguas subterráneas.
“Lo que se puede ver allí confirma claramente que el agua de extinción se filtra en el área sin pavimentar, lo que deja patente que el agua subterránea está desprotegida en este punto. Vemos esto con gran preocupación”, ha declarado André Bähler, jefe de la WSE. A tenor de los hechos y el historial previo de la fábrica, una iniciativa ciudadana pide la paralización de la producción hasta que se aclaren los hechos. Tesla no se ha pronunciado al respecto, pero veremos en qué acaba todo.