Intel da la espalda a Europa, sus fábricas de chips se desvían a Estados Unidos

Nunca se debe dar algo por hecho hasta que no esté firmado. Europa esperaba que Intel construyera dos plantas, pero la inversión se destinará a Estados Unidos.

 Logo de Intel en su sede de Santa Clara, California.
Logo de Intel en su sede de Santa Clara, California.
27/01/2022 09:30
Actualizado a 27/01/2022 09:31

Cuando todo el mundo esperaba que Intel pusiera toda su atención en Europa, se produce el descalabro. La inversión de la compañía tecnológica no será para el viejo continente, si no para Estados Unidos. Los planes de apertura de fábricas de semiconductores se desvanecen en el aire sin fecha. La espera se prolonga, y con ella la dependencia de los fabricantes, que buscan soluciones a la actual crisis de componentes que asola la industria.

La industria del automóvil lleva dos años sufriendo un problema tras otro. Tras el parón provocado por la pandemia de la COVID-19 a principios de 2020, el curso pasado toda la atención se centró en la grave crisis de componentes. La falta de semiconductores ha provocado que muchas líneas de montaje paralicen su actividad ante la falta de piezas. En Europa no hay capacidad productiva para abastecer a la industria, y su dependencia a mercados y países terceros lastra la recuperación. El golpe asestado por Intel supone una nueva piedra en el camino.

A lo largo del curso pasado se estuvo especulando fuertemente con la apertura de dos instalaciones de la compañía tecnológica en el viejo continente. Con una importante inversión de capital de 95 mil millones en la próxima década, las esperanzas estaban en la construcción de dos fábricas punteras que eliminarían de raíz la dependencia de países como China. Finalmente, Intel ha retrasado esos planes, llevándose parte de la inversión a Estados Unidos.

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Fábrica de Intel.

La compañía ha anunciado que planea invertir más de 20.000 millones de dólares en la construcción de dos nuevas plantas de semiconductores en Estados Unidos. Por supuesto, en estas situaciones todo el mundo destaca como culpable al contrario. Intel ha comentado que no abandona sus planes en Europa, pero que espera que la Unión Europea revise sus leyes actuales. Una forma discreta de pedir menos inconvenientes para la apertura de las instalaciones.

El presidente ejecutivo de Intel, Patrick Gelsinger ha comentado a Reuters: "Somos una empresa que hace lo que dice. Espero que la Unión Europea termine con su ley de chips y esperamos que, en breve, en meses, podamos seguir con nuestros próximos anuncios". Ante esta situación, la Comisión Europea propondrá el próximo mes de febrero la revisión de la legislación. Tras varios meses de debates y revisiones, los analistas esperan su aprobación para finales de este mismo año.

Como siempre con la Unión Europea, los planes son más lentos de los esperados. El viejo continente quiere reducir la dependencia de proveedores asiáticos, aunque para ello deben cambiar cosas. Está claro que la construcción de los emplazamientos clave no será inmediata. La crisis actual pasará, pero todas las esperanzas están puestas en prevenir las siguientes, si es que llega a haberlas. Una producción cercana no solo minimizaría el impacto, también haría más sencillos los procesos productivos y logísticos.

Sobre la firma
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Alejandro González

Es técnico superior en Urbanismo y Obra Civil y empezó su carrera en periodismo del motor co-fundando su propio sitio web. Amante incondicional del automóvil y toda la tecnología que lo rodea.