Hasta ahora, ni en Europa ni en Estados Unidos han calado los proyectos piloto de intercambio de baterías que han tratado de ponerse en marcha. Una opción que permite a los vehículos eléctricos recuperar toda su autonomía en unos minutos, pero que encuentra su mayor hándicap en la estandarización de este componente y en la necesidad de desarrollar los vehículos teniendo en cuenta que su batería pueda extraerse con facilidad. En China, en cambio, sí ha funcionado y algunos de sus fabricantes han decidido volver a probar suerte en Europa y lo están haciendo con mucha fuerza..
El objetivo de cualquier sistema de recarga es que un vehículo eléctrico, sea del tamaño que sea, recupere toda su energía en el mismo tiempo que se tarda en llenar un tanque de combustible. Lograrlo aumentando la potencia de recarga conlleva obstáculos técnicos y económicos muy importantes. En este escenario, el intercambio de baterías aparece como una solución más sencilla de implementar.
Sin embargo, no está exenta de obstáculos. El primero de ellos es la gran diversidad de packs de baterías que equipan los vehículos eléctricos. La necesaria estandarización está muy lejos de existir. En China, varios fabricantes parecen convencidos de que se puede llegar a conseguir. Uno de ellos, el que más está trabajando en lograrlo, es NIO.
La red de intercambio
El fabricante chino instalado ya diez estaciones de intercambio de baterías en Europa y siete más entrarán en funcionamiento muy pronto. Las que ya están operativas se ubican en Noruega, Suecia, Alemania y los Países Bajos. La última, la tercera en los Países Bajos, entró en funcionamiento poco antes del cambio de año en Denhollen (Países Bajos), en el estacionamiento de Hogenhoorn 1.
En Suecia funcionan dos, en Gotemburgo y Estocolmo, y en Noruega tres, dos en Oslo, donde se abrió la primera estación hace un año, y otra cerca de Lillehammer. En Alemania, las dos estaciones se encuentran en Hilden y en el parque de carga de Sortimo, en Zusmarshausen. Próximamente, entrará en funcionamiento una nueva estación en Berlín.
NIO plantea inaugurar próximamente siete estaciones más: dos en los Países Bajos y tres en Noruega, además de inaugurar la red en Dinamarca con las dos de Copenhague. El objetivo es que, a finales de 2023, estén operativas un total de 120 estaciones en toda Europa.
La puesta en marcha de la fábrica de Hungría, donde la compañía china ensamblará las estaciones europeas, va a permitir este importante crecimiento de la red. La instalación se inauguró en septiembre de 2022 y la primera de las estaciones alemanas ya ha sido fabricada allí.
En China, la red de intercambio de baterías de NIO crecerá en 2023 con más de 400 ubicaciones nuevas. El 30 de diciembre de 2022, el total era de 1.294 estaciones en funcionamiento. A finales de 2023, la cifra alcanzará las 1.700.