La nueva estrategia de Renault para los próximos años, en la que se plantea la separación de sus negocios de coches eléctricos y de combustión, está provocando desacuerdos con Nissan, su socio en la Alianza que les une desde 1999. Si bien la intención de ambos era dejar solucionadas sus diferencias antes de final de año, no parece que vaya a ser así. Un nuevo desacuerdo sobre el intercambio de tecnologías alargará las conversaciones.
Renault ha decidido escindir su negocio en cinco divisiones, profundizando en sus lazos con el grupo chino Geely, y trabajando con socios tan diversos como Airbus para las baterías y Google para el diseño y desarrollo de productos. Una de esas divisiones será la dedicada al desarrollo y producción de sus coches eléctricos. La intención del fabricante francés es ofrecer a Nissan que entre como inversor en ella.
Por su parte, los japoneses insisten en que Renault debe vender parte de sus acciones en Nissan para arrancar en una posición más equitativa: mientras Nissan es propietaria del 15 % de Renault, esta mantiene una participación del 43 % en la japonesa. En este escenario, varios miembros de la Junta Directiva de Nissan han advertido de la necesidad de actuar con cautela ya que están especialmente preocupados por la transferencia de propiedad intelectual. En su opinión, es un punto que debe aclararse, lo que aleja la posibilidad de cerrar la negociación antes de que finalice el año.
Compartir tecnología es un conflicto político
El Ministerio de Comercio de Japón ha advertido de los inconvenientes que podría traerle a Nissan un cierre precipitado del acuerdo. Según informa la agencia Reuters, este controvertido punto habría surgido el pasado mes de octubre como un conflicto político, ya que el Gobierno de Francia es el mayor accionista de Renault.
Para Renault, la demora en las conversaciones con Nissan supone un riesgo de retraso del cronograma presentado por su CEO Luca de Meo, que supone un compromiso con sus inversores. En él se incluye un acuerdo con Geely para crear una línea de negocio conjunta relacionada con los motores de combustión.