Un grupo de investigadores dirigido por Jeff Dahn, profesor de la Universidad Dalhousie de Canadá y socio investigador de Tesla, ha publicado recientemente un artículo en el Journal of The Electrochemical Society donde presentan el prototipo de una nueva batería de iones de litio capaz de alimentar un vehículo eléctrico durante más de 1 millón de millas, es decir: una vida útil de más de 1,6 millones de kilómetros.
Esta nueva batería emplea celdas con una aleación rica en níquel para el cátodo. La aleación contiene un 50% de níquel, un 20% de cobalto y un 30% de manganeso, y se considera muy estable. A pesar de la tendencia actual a eliminar el cobalto de las baterías, la notable proporción de este mineral en estas baterías se debe a su función como agente estabilizante, la cual se hace esencial en este tipo de química para reducir lo máximo posible la degradación y la fuga térmica.
Este grupo de investigadores ha estado tres años de pruebas desarrollando esta batería, durante los cuales han realizado ciclos de carga y descarga durante largos periodos de tiempo a temperaturas de 20, 40 y 55° C y han analizado la capacidad de almacenamiento de las celdas a largo plazo (a las mismas temperaturas mencionadas). Durante el proceso, se consideraron varios electrolitos diferentes con la química LiNi0.5Mn0.3Co0.2O2 / grafito, incluidos aquellos más favorables para la carga rápida de la batería.
El resultado de la investigación ha sido, esencialmente, un tipo de celdas que debería durar más de 1,6 millones de kilómetros (1 millón de millas en términos anglosajones) aplicada en vehículos eléctricos, y al menos dos décadas usándose para almacenamiento de energía conectada a la red. Si bien esta cifra puede resultar excesiva o innecesaria para turismos particulares (para los cuales se debería centrar la atención en otros factores como el aumento de la densidad energética o la mejora en los tiempos de recarga), esta nueva batería tiene un gran potencial de aplicación en el transporte eléctrico de larga distancia -como el camión de Tesla- o los coches eléctricos de uso compartido y los robotaxis.
Según los investigadores, su producto debería servir como punto de referencia para académicos y empresas que desarrollan productos químicos avanzados de células de iones de litio. Se puede consultar el texto completo de la investigación en este enlace.