Muchas cosas no suceden porque sí. Una mala experiencia puede servir de impulso para una expansión. El pasado mes de agosto, el CEO de Volkswagen estalló contra la red de recarga de Ionity tachándola de "muy mejorable". Ahora, meses después de aquello, Ionity anuncia un ambicioso programa de aceleración que le permitirá multiplicar su presencia en las carreteras de toda Europa. Una expansión que irá acompañada de una inversión de 700 millones de euros.
Ionity no es una red exclusiva del Grupo Volkswagen, tras la empresa se encuentran otros fabricantes como BMW, Ford, Mercedes, Porsche o Hyundai. Todos ellos se han unido para crear una de las infraestructuras de carga más grandes de Europa, aunque hasta ahora los planes no es que fueran especialmente ambiciosos. Puede que esa mala experiencia veraniega de Herbert Diess haya sido el empujón que necesitaba la compañía para pisar el acelerador.
700 millones de euros hasta el año 2025 supondrán un fuerte impulso. De las 400 estaciones actuales se espera superar las 1.000 para esa fecha. Eso supondrá un incremento de 7.000 puntos de carga, una cifra cuatro veces mayor que en la actualidad, que se cuenta con 1.500 puntos. Aunque no se ha especificado dónde se piensan instalar todas esas estaciones, Ionity asegura que cubrirán casi todo el territorio europeo, alcanzando espacios hasta ahora despoblados de recarga eléctrica.
Puesto de carga de Ionity.
Se espera que cada estación de carga ofrezca entre 6 y 12 puntos de carga. Aunque las principales vías ya están cubiertas por puntos Ionity, parte de la inversión se destinará en reforzar esos puntos principales. Obviamente con estas rutas ya satisfechas, la inversión principal se destinará a otras ubicaciones no tan concurridas. Carreteras locales muy transitadas y un refuerzo de los puntos cercanos a entornos urbanos. La idea es cubrir una mayor superficie.
Por supuesto, la red seguirá estando abierta a todas las marcas y a todos los fabricantes, no siendo exclusiva de las marcas participantes en la compañía. Lo que no se ha anunciado es si Ionity espera mantener los precios actuales, los cuales, todo sea dicho de paso, son descaradamente altos para aquellos modelos que no forman parte de la alianza inicial. 0,79 euros por kWh de recarga frente a los 0,29 o 0,35 euros para clientes con suscripción.
Dentro de ese ambicioso programa de expansión, y tomando nota de otra de las críticas del señor Diess, Ionity espera transformar la experiencia de usuario creando instalaciones anexas en los principales puntos de recarga. Una especie de estación de servicio donde no será necesario esperar pacientemente dentro del coche a que la batería recupere su vida. Ionity denominará a estos espacios como Oasis. Un nombre que resulta de lo más acertado.