Desde que Jaguar lanzara su primer coche eléctrico hace dos años, en 2018, pocas son las noticias que el grupo Jaguar-Land Rover, amparado por TATA Motors, nos ha traído sobre nuevos proyectos, más allá de las novedades que concernían a su niño mimado, el I-Pace. Hoy cambia la tónica, y aprovechando el compendio de nuevas medidas que el Reino Unido ha anunciado de cara a comprometerse con la neutralidad climática, el grupo británico anuncia que parte de su estrategia pasaría por dar protagonismo al uso de la pila de hidrógeno en sus coches más voluminosos en términos físicos.
Así habrían decidido los ingleses en base a un proyecto de investigación que ha realizado de cara al futuro, investigación llamada Proyecto Zeus, y que señala a la pila de hidrógeno como alternativa más adecuada para los coches de Land Rover, y es que el grupo habría visto la oportunidad de ocupar este hueco en el mercado cuando grandes compañías como Volkswagen o Mercedes ya le han dado la espalda.
Así lo habría revelado el jefe de ingeniería de producto del grupo británico, Nick Rogers, que afirma que actualmente, además del XJ eléctrico, se está trabajando en más modelos eléctricos por baterías, pero que la opción preferida para los SUV's y todoterrenos del grupo sería la de la pila de hidrógeno. Ello se vería propiciado porque los grandes SUV's de la firma requieren una mayor autonomía de uso y que por espíritu aventurero están destinados a llegar a sitios donde probablemente no haya estaciones de recarga. Hablamos de coches como los Ranger Rover Sport, Velar, Defender o Discovery. Jaguar se reservaría el uso de las baterías ya que dado su enfoque de turismo, más aerodinámico y ligero, y destinado al uso por carretera y ciudades donde abastecerse de electricidad sí es viable.
Además, también argumenta que cuanto más pesado y grande es el vehículo en cuestión, más difícil resulta priorizar aspectos como la autonomía cuando gran parte de la carga de la batería se está usando únicamente para mover el coche.
Aunque haya marcas que ha hayan expresado su rechazo al hidrógeno como relevo a los coches de combustión internas hay otras que siguen apostando fuertemente por ello en invirtiendo tiempo y dinero en la que es la única alternativa real a las baterías. BMW trabaja en su versión del X5 alimentada por pila de hidrógeno, y que vería materializado un modelo de producción pero en una tirada limitada en el año 2022, al que más tarde probablemente sigan sendas versiones de X6 y X7.
El gobierno de las islas británicas pretende para 2035 prohibir la venta (que no el uso) de coches movidos únicamente por motores de combustión interna, y así lo opinarían también gran parte de los ya usuarios de coches eléctricos en Reino Unido.