Ford supo dar en el clavo de la polémica cuando, hace unos años, presentaron el Mustang Mach-E. Este no creó dicha confrontación por su estética o dinámica, sino por el nombre al cual representaba, una nomenclatura que, hasta entonces, se había vinculado casi en exclusiva a motores térmicos y coches de estilo coupé deportivos. Sin embargo, en su lanzamiento dejaron clara una cosa: “Un Mustang siempre será un coche con rendimiento y actitud”, ya fuese eléctrico o de gasolina.
Pese a las habladurías, el Mustang de gasolina no se ha dejado de comercializar y ha convivido en los últimos años con su variante SUV eléctrica en paz. Ahora, durante un evento en Goodwood, Inglaterra, el propio CEO de Ford, Jim Farley, ha hablado al medio Autocar de lo que supone el Mustang para la marca, así como para el propio espíritu que este representa.
“El Mustang siempre será un Mustang”
Farley ha admitido que el Mustang a día de hoy ya es el coupé más vendido del mundo y afirma que hay que protegerlo. “Otras empresas no han tenido nada parecido a la misma consistencia: entran y luego salen nuevamente. No venden muchos, pero siguen pensando periódicamente ‘hagamos otro’ y lanzamos algo más”, aseguró el CEO poniendo de ejemplo el intento de competencia por parte de otras marcas.
Esto contradice significativamente los rumores de los últimos años sobre una posible desaparición del modelo de combustión en favor de uno eléctrico. “Ford nunca fabricará un Mustang que no sea un Mustang”, afirmó. El CEO ha descartado con total rotundidad la desaparición del V8 en los próximos años. En esta decisión se ve apoyado por Bill Ford, bisnieto del fundador de la compañía, Henry Ford, ya que asegura que “es un fanático del Mustang”.
Sin embargo, esto contradice significativamente las decisiones políticas por descarbonizar la industria automovilística para 2035 (tanto en la Unión Europea como en otros países y regiones del mundo). Pese a ello, Jim Farley tiene su propia opinión al respecto.
“¿Estás seguro? No creo que tengamos nada seguro actualmente. Cuando necesitas una Transit para tu trabajo o eres un ganadero con una camioneta en Estados Unidos, la energía eléctrica es una solución terrible, e incluso el político más radical y partidario de la descarbonización no puede darse el lujo de estar en el lado equivocado. Los coches eléctricos podrían no ser la única respuesta”, aseguró.
Sobre esto continuó: “Quizás la solución sea el hidrógeno. O los combustibles sintéticos que están llegando. Cada vez que alguien empieza a decirme que conoce el futuro, escucho un timbre de advertencia en mi cabeza. No hay certezas en nuestra industria. He escuchado esto miles de veces: ‘todos los coches serán eléctricos’, ‘todos los coches será de hidrógeno’ o ‘todos los coches serán diésel’. Ha habido muchos callejones sin salida en la historia”.
Por último, el máximo directivo aseguró que en los últimos años “hemos intensificado nuestra carrera para hacer un negocio sostenible. Quiero hacerlo rentable para que el próximo CEO no pueda desarmarlo. Si genera dinero, es menos probable que quieran desmantelarlo”.
Por todo ello, queda claro que la intención de Ford no sólo es no fulminar el motor térmico del Mustang en los próximos años, sino continuar en la tendencia de la llamada ‘multi opción mecánica’ que también están utilizando otras compañías.
