Kamaz es un fabricante ruso que nos tiene acostumbrados a productos que poco tienen que ver con el sujeto protagonista de este artículo, ya que su actividad habitual se reduce a la producción de camiones diésel. Ahora, sin embargo, y en conjunto con la Universidad de San Petersburgo, han creado el Kama-1, un mini coche eléctrico made in Rusia que sorprende por su capacidad en todos los aspectos, y que ambas entidades tienen intención de llegar a fabricar en serie.
De noticias sobre Kamaz ya hemos hablado anteriormente, siendo la última de ellas a presentación de su shuttle autónomo. Se trataba de un pequeño autobús eléctrico capaz de transportar hasta a doce personas sin la necesidad de que un conductor esté a cargo del vehículo, y que fue utilizado en el Mundial de Rusia de 2018 para llevar a los aficionados de la zona de los aficionados hasta el Kazán Arena.
Volviendo al Kama-1, el proyecto lleva prolongándose desde 2018 y si llega a producción o no, aún está en duda, pero lo cierto es que resulta un coche eléctrico muy interesante, que por planteamiento bien podría acercarse mucho al concepto de un Smart, dados sus 3,4 metros de largo, aunque sus diseñadores lo han sobre elevado unos centímetros más del suelo para que el Kama-1 sea solvente contra las carreteras en tan mal estado que abundan en su país de origen.
A pesar de su contenido tamaño, el Kama-1 eléctrico ofrece una sólida imagen.
A pesar de tener una técnica comprimida en tan sólo los 3,4 metros mencionados, el Kama-1 consigue resolver su estética con un perfil marcado por dos volúmenes en el que llama la atención la altura del capó delantero. Además, algo que puede que llame aún más si atención es que en tal distancia total consigue dar cabida a cuatro pasajeros, dos delante y dos detrás, y aunque en el vídeo en el que lo han dado a conocer no se muestra el espacio disponible para los pasajeros traseros, sí que aparece un menor en la fila trasera en su pertinente sillita infaltil, por lo que presumiblemente también gozará de anclajes isofix.
Otro aspecto llamativo del Kama-1 es su interior, que aunque sólo lo podemos avistar apenas unos segundos en el vídeo de su presentación, muestra un volante con instrumentación integrada en el mismo. Un salpicadero detrás de este de diseño muy horizontal y acabado en madera (o símil de esta) acaba de poner la nota en diseño. Por diseño bien podría parecer el de un coche de mayor tamaño ya que, salvando las distancias, recuerda en cierta manera al de un Tesla Model 3.
El interior del Kama-1 eléctrico se podría corresponder, por diseño, con el de un coche de mayor tamaño.
Tampoco decepcionan ni el esquema eléctrico que tiene cabida en las entrañas del Kama-1 como tampoco sus prestaciones, teniendo en cuenta el tipo de coche eléctrico del que estamos hablando. Será capaz de recorrer hasta 250 kilómetros con una sola carga, teóricamente, gracias a un paquete de baterías de 33 kWh, nada mal teniendo en cuenta el tamaño del Kama-1.
Dicha batería alimentará un motor eléctrico de 80 kW, que traducido a caballos de vapor suponen unos sobrados 109 CV. Gracias a tal cifra de potencia es capaz de acelerar de 0 a 100 en tan sólo 6,7 segundos y alcanzar los 150 km/h de velocidad máxima.
Que sea ruso y de dimensiones tan recudidas nos recuerda directamente al Zetta, un coche eléctrico que pasó por nuestra portada durante el pasado verano que encontraba en el deseo del Gobierno ruso de dar movilidad eléctrica al pueblo si principal razón de ser. Tanto el Zetta como el Kama-1 son dos coches eléctricos que aún no han materializado su proyecto en una producción en serie, pero que tienen series posibilidades de hacerlo y de ser serios rivales una vez lleguen a las calles.