El fabricante de vehículos Fisker tuvo que declarar la bancarrota en 2014 tras una corta existencia en la que no pudo hacer frente a las exigencias de la industria de la automoción. Su fundador, Henrik Fisker, se adentró en el segmento de los vehículos eléctricos cuando lanzó en 2011 Karma, construida a partir los restos de Fisker y con el apoyo del grupo chino Wanxiang, que se hizo con la compañía por una suma de alrededor de 150 millones de dólares.
El ejecutivo danés concedió una entrevista a la publicación Automotive News en la que desgrana cómo está siendo el resurgir de la compañía. Fisker cree que si los consumidores aún no han dado el paso definitivo para comprar vehículos eléctricos es porque nos encontramos en una "etapa de transición".
"Uno de los grandes problemas que viene con la electrificación es la falta de volumen inicial, es difícil para cualquiera fabricar un vehículo eléctrico asequible que sea comparable a lo que puede ofrecer por el mismo precio un vehículo propulsado por combustible", asegura el empresario danés. Asimismo, Fisker aseguró que está funcionando "en el segmento del lujo" porque el consumidor "está dispuesto a pagar más", aunque cree que la tarea es mucho más difícil según el segmento.
En este sentido, Fisker calcula que ese periodo de transición durará unos siete años. "Será un esfuerzo dentro de la industria para obtener el volumen de ciertos componentes antes", aseguró. El ejecutivo cree que los fabricantes ya desarrollan sus propios motores eléctricos, y cita a BMW, donde trabajó como diseñador del icónico Z8. Preocupado por los costes que llevaron a la quiebra a su anterior compañía, Fisker adelantó detalles sobre el próximo lanzamiento de Karma.
"Planeamos un vehículo más asequible en 2021 a un precio de unos 40.000 euros", dijo. "Será un coche eléctrico global que se producirá en EEUU", explicó Fisker, que asegura que la compañía está estudiando adquirir nuevas plantas de producción en EEUU, y entre las opciones que baraja se encuentra las plantas que abandonará General Motors en Ohio y Michigan. Además, Fisker prometió que el vehículo contaría con una autonomía "de 250 a 300 millas", es decir, entre 400 y 500 kilómetros.
Además, entre las novedades que traerá consigo el futuro coche eléctrico de Karma, que se especula con que podría estar inspirado en el Fisker Karma desarrollado por su predecesora, Fisker aseguró que planean incorporar nuevos métodos de compra. "Estamos buscando modelos de suscripción en los que realmente ganemos dinero, porque en este momento ninguno de esos modelos lo genera", concluyó Fisker.