BMW desató una gran polémica entre los usuarios más puristas del automóvil al revelar, en 2022, que fabricaría un BMW M2 eléctrico. El BMW M3, uno de los deportivos más icónicos y legendarios de la marca bávara, siempre había destacado por lo purista de su concepto, así que la idea de que pasara a ser un coche eléctrico desagradó y entusiasmó por igual a los aficionados de BMW.
Pero el proceso hasta poder fabricar este BMW M3 eléctrico, del que la marca ya ha revelado que contará con hasta cuatro motores y hasta 1.341 CV ha sido arduo y largo. No en vano, BMW partía desde cero a la hora de desarrollar un deportivo eléctrico y, para ultimar este vehículo, tuvo que construir varios prototipos.
‘La Bestia’, el BMW M2 que nunca vio la luz
Uno de los más significativos y del que los técnicos de BMW M guardan mejores recuerdos fue ‘La Bestia’, un BMW M2 -con el código interno F87- al que, cuando en la marca bávara comenzaban a pensar en lanzar un BMW M eléctrico, le instalaron una potente mecánica eléctrica.
BMW ha desvelado su existencia, tras años del más absoluto secreto, en un documental producido por la propia marca. El BMW en cuestión aparece a partir del minuto 4.
Y el apodo de ‘La Bestia’ hacía honor a la conducción de este primer BMW eléctrico, no en vano y según señalan los responsables de la división deportiva de la marca bávara -que, ojo, no dan detalles sobre la mecánica que llegó a montar-, “honestamente, era un coche muy directo e incluso ‘crudo’; era super potente y realmente difícil de controlar”, ya que no contaba “con la suavidad” de los eléctricos actuales.
Pero, aunque el coche era “conocido internamente como La Bestia”, ese apodo le llegó a raíz de un modelo, conocido también como tal “porque era completamente incontrolable”, que la marca bávara desarrolló en el año 2000.
Y no era para menos, ya que a los alemanes se les ocurrió montar en un BMW X5 de primera generación el motor V12 de 6,1 L y 700 CV con el que, el año anterior, el prototipo BMW V12 LMR había ganado las 24 Horas de Le Mans.
En honor a ese BMW X5, el prototipo de BMW M basado en el M2 también fue llamado internamente ‘La Bestia’. No en vano, y tal y como recuerda Franciscus van Meel, el director general de BMW M, “años más tarde, teníamos otra bestia en la carretera”.
Un prototipo al que, en BMW, realizaron cientos de kilómetros de pruebas mientras ajustaban multitud de parámetros como la entrega de potencia o la ubicación de distintos elementos para lograr el mejor reparto de pesos y el mejor comportamiento posible.