La tormenta sobre una posible guerra comercial entre la Unión Europea y China amenaza con desatarse si, a finales de octubre, la UE finalmente aplica el aumento de aranceles aprobado el pasado 5 de julio. Cabe señalar que este aumento supone añadir, a los distintos fabricantes chinos -y a aquellos occidentales pero que produzcan sus vehículos en el país asiático- nuevas barreras arancelarias al 10% ya vigente.
La subida de aranceles para cada fabricante se ha decidido teniendo en cuenta su cooperación en la investigación de la UE llevada a cabo en los últimos meses sobre la competencia desleal que suponía el apoyo del Ejecutivo chino a su industria del automóvil.
De esta forma, está previsto que, si nada cambia, a partir del 31 de octubre, los vehículos del Grupo SAIC, al que pertenece MG, recibirán un arancel añadido del 35,3%, y aquellos del Grupo Geely, uno del 18%. Los vehículos del grupo BYD sufrirán un arancel añadido del 17%.
La UE y China ultiman negociaciones para evitar la guerra comercial
Ante esa perspectiva, China ya anunció el pasado 4 de octubre que estudiaba “medidas” frente a esos aranceles, aplicando de inmediato aranceles añadidos de hasta el 39% al brandy europeo y amenazando con tomar otras como “el aumento de los aranceles a las importaciones de vehículos de gran cilindrada”.
Para tratar de frenar esta dinámica, que desembocaría previsiblemente en una guerra comercial entre la UE y China, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea y comisario de Comercio, Valdis Dombrovskis, mantuvo el pasado viernes una videoconferencia con el ministro chino de Comercio, Wang Wentao.
En ella, según reza un comunicado de la Comisión Europea, se estudiaron la investigación de la UE sobre las importaciones de vehículos procedentes de China y las negociaciones mantenidas sobre sus precios.
Las dos partes evaluaron “los avances realizados en las ocho rondas de negociaciones técnicas” mantenidas durante los últimos meses, pero también “las importantes lagunas que quedan”, explica el escrito de la Comisión Europea.
Pero lo importante es que ambas partes reafirmaron su compromiso para encontrar “una solución mutuamente aceptable” que permita unas condiciones de competencia equitativas para el mercado europeo. Por ello, ambos dirigentes acordaron que “en breve”, se llevarían a cabo “nuevas negociaciones técnicas” sobre esta cuestión.
Los compromisos de precios mínimos, una posibilidad al alza
Según señala el escrito de la UE, desde la parte europea se reiteró que, con arreglo a las normas de la Organización Mundial del Comercio o OMC, los diferentes fabricantes implicados en la investigación tienen la posibilidad de ofrecer un compromiso de precios mínimos de venta para sus vehículos en la UE.
Una posibilidad que desde la parte china ya se ofreció en repetidas ocasiones desde el pasado 24 de agosto, pero que la UE no aceptó. De igual forma, la UE “no excluye” la idea de alcanzar acuerdos individuales con cada fabricante, señala este comunicado de la Comisión Europea.