Aunque no siempre se llega a conocer públicamente, todos los fabricantes espían a los modelos de la competencia. Es lo que se conoce como ingeniería inversa y, esencialmente, consiste en descubrir cómo están hechos los rivales y su tecnología. Algo que parece estar haciendo Lamborghini con su eterno rival, Ferrari, para preparar su próximo superdeportivo híbrido enchufable.
En los últimos días se ha visto entrar y salir de la fábrica de Lamborghini un Ferrari SF90 Stradale, conducido por diferentes empleados de la marca que han salido a probarlo por los alrededores de la fábrica de Sant'Agata Bolognese. Y no, no es que alguien se haya despistado o que estén insatisfechos con sus propios coches, sino que están intentando escudriñar por dónde va la competencia.
Lamborghini ya trabaja en el sucesor del Aventador, un superdeportivo que tendrá un sistema híbrido enchufable -el mismo tipo de propulsión que utiliza el Ferrari SF90 Stradale-. El sucesor del Aventador llegará el próximo 2023 y utilizará baterías, descartando los supercondensadores que Lamborghini probó en el Sián.
El sucesor del Aventador seguirá contando con un motor V12 de gasolina como propulsor principal pero estará apoyado por electricidad. De momento se desconocen los detalles técnicos de este modelo: ni el número de motores eléctricos, ni su potencia y mucho menos las prestaciones de su batería. Lo que sí parece claro es que la potencia debería exceder notablemente los 800 caballos. El último Aventador tenía 780 CV de potencia extraídos únicamente del motor de gasolina, así que el híbrido enchufable podría acercarse sin mucha dificultad al millar de caballos, o incluso superar esa cifra.
Así las cosas, Lamborghini ha comprado un Ferrari SF90 Stradale híbrido enchufable y todo apunta a que está examinándolo minuciosamente, tanto a nivel dinámico como tecnológico. Antes o después, Lamborghini mirará (si no lo ha hecho ya) debajo de la carrocería para escudriñar el sistema híbrido enchufable de su rival. Recordemos que el sistema híbrido del Ferrari se compone por un motor V8 biturbo de 3.9 litros con 780 CV de potencia, tres motores eléctricos (dos en el eje delantero y uno en la parte trasera), una caja de cambios de ocho velocidades y una batería de 7,9 kWh. La potencia total alcanza los 1.000 CV, que le permiten hacer el 0-200 km/h en apenas 6,5 segundos.
Como decíamos, esta maniobra de "espiar" a la competencia es habitual entre los fabricantes. Uno de los últimos casos del que tuvimos conocimiento incluía a un Lucid Air en las instalaciones de Tesla. A pesar de la posición dominante de Tesla en el mercado, tampoco pierde oportunidad de echar un vistazo a uno de los nuevos fabricantes de coches eléctricos con una tecnología más avanzada.