El Land Rover Defender es un modelo que ocupa un sitio privilegiado en la historia automovilística, un todoterreno auténtico tras el cual hay un gran legado, historia de trabajo y miles de aventuras que contar. Usado en aplicaciones de diversa índole, el Defender de la generación anterior sigue siendo un modelo muy utilizado en las visitas guiadas a parques nacionales; y el Land Rover Defender eléctrico y solar que ha creado Sunreef Yachts es la opción más silenciosa para estas labores.
No es la primera vez que hablamos aquí de Sunreef Yachts, un fabricante de yates en cuyo portfolio tiene lujosos catamaranes eléctricos. Sin embargo, en esta ocasión han optado por tomar otro rumbo -concretamente por tierra- para realizar un proyecto diferente junto con la organización Maasai Wilderness Conservation Trust (MWCT), en Kenia.
Se trata de un Land Rover Defender 100 % eléctrico, con una configuración típica para safaris: más asientos de lo habitual (8 en este caso), sin ventanas ni pilares. Solamente la protección de un techo totalmente cubierto con paneles fotovoltaicos que permiten alimentar algunos sistemas auxiliares a bordo, incluida la iluminación. Pese al fuerte sol keniata, los paneles no sirven para recargar la batería del Defender.
Aunque no ha detallado las especificaciones, se habla de un potente motor eléctrico y una batería de gran capacidad. De lo que no hay duda es de su silencio. Su condición de coche eléctrico es un esfuerzo por promover un turismo más responsable, realizando visitas guiadas por los grandes parques nacionales keniatas perturbando lo menos posible la tranquilidad de los animales.
Kenia, con sus numerosos, vastos y ricos parques nacionales -con la reserva Masái Mara a la cabeza-, es uno de los países donde el turismo de naturaleza salvaje tiene un mayor peso en la economía, junto con su vecina Tanzania. La autonomía del coche no ha sido anunciada pero se ha calculado que sea suficiente para cubrir rutas de safari específicas -en la llanura del Masái Mara no está prevista precisamente la instalación de ningún cargador-.
El propio fundador de la compañía naval, Francis Lapp, aficionado a los safaris por África, participó personalmente en este proyecto. El todoterreno que nos ocupa fue construido completamente a mano en los astilleros de Sunreef en Gdansk (Polonia) antes de ser enviado a Kenia, donde la organización Maasai MWCT lo utilizará para hacer safaris más sostenibles de los que se han comprometido a compartir más vídeos en información.