La Ley de Cambio Climático supone un paso previo y necesario para continuar con la estrategia de descarbonización y el cumplimiento de los objetivos firmados en el Acuerdo de París, ha señalado el director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), Arturo Pérez de Lucia.
Esta ley es la antesala a toda una batería de medidas estructurales que, a juicio de la patronal de la movilidad eléctrica, deben reforzar al documento, como la publicación inminente del MOVES2020 y una reforma fiscal verde que ponga en valor las diferentes actuaciones relacionadas con la movilidad eléctrica que mande las señales adecuadas al mercado.
Desde AEDIVE valoran los esfuerzos destinados a impulsar el desarrollo de una infraestructura de recarga rápida pública y también, elde la recarga vinculada a través de mecanismos fundamentales como el Código Técnico de la Edificación.
PREGUNTA. ¿Cómo valoran los plazos para la consecución de los objetivos de 2050?
RESPUESTA. En nuestra opinión se trata de un plazo razonable que también lo es para la industria española de la Automoción, que ha valorado positivamente el anteproyecto de Ley por cuanto permite situar a nivel legal los objetivos a largo plazo que fija la Unión Europea y porque es el punto de partida que permite transformar esos objetivos en realidades a través de actuaciones concretas. Por tanto, lo primero es reconocer el esfuerzo que desde la Administración y con el liderazgo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se ha realizado para que España esté a la vanguardia de un impulso de esta naturaleza en el entorno europeo.
P. ¿Cuáles son los aspectos que destacaría?
R. Esta Ley de Cambio Climático pone en valor la movilidad eléctrica no solo como eje de movilidad sostenible, cero emisiones en la propulsión y con un mix energético en España muy favorable, por encima del 70% libre de emisiones en la actualidad, sino también como eje de eficiencia energética en el impulso de las energías renovables, la generación distribuida, el almacenamiento energético y el autoconsumo, en un mundo con cada vez una mayor demanda eléctrica.
P. ¿Y las prioridades?
R. Sin duda, las prioridades deben estar centradas en reforzar por un lado el tejido industrial y tecnológico español para tratar de atraer las inversiones y con ello la producción de vehículos cero emisiones en España, que mantengan ese nivel de ambición en la Automoción que abandera nuestro país desde hace años como núcleo de competitividad y empleo; del mismo modo, en el impulso al despliegue de una red de recarga pública de vehículos eléctricos que consolide el trabajo desarrollado hasta ahora por los distintos operadores.
P. ¿Qué otros medidas resaltaría?
R. Por el lado de la demanda, es fundamental acompasar los objetivos de esta Ley con una reforma fiscal verde que atienda al criterio de quien contamina, paga. Todo ello, acompasado con el desarrollo de estrategias que promuevan los servicios de movilidad cero emisiones para dar sentido a las zonas de bajas emisiones en las poblaciones a partir de 50.000 habitantes en adelante por medio de soluciones de intermodalidad con el transporte público, tales como la movilidad compartida.
Y acompañando a estas medias, la publicación del MOVES2020 para poner en marcha incentivos que ofrezcan mensajes adecuados hacia la movilidad eléctrica, apoyando también a las empresas y municipios para desarrollar planes de transporte al trabajo y sistemas de motocicleta y bicicleta eléctrica compatibles con las nueva necesidades de movilidad.