El mundo está cambiando muy deprisa, más de lo que a muchos les gustaría, pero es una realidad. La era de la movilidad eléctrica ha despertado toda una industria paralela que ha animado a muchos emprendedores a lanzar sus proyectos. Ideas que no siempre tienen cabida en el mundo real, que resultan estar excesivamente adelantadas a su época o que, simplemente, no cumplen con las expectativas. Lightyear ha sido una de las compañías que más ha dado que hablar en los últimos tiempos, pero no siempre para bien. Ahora, con nuevos responsables al timón, redirigen sus esfuerzos hacia un campo completamente diferente. Ya no fabricarán coches solares, aunque no se alejan mucho del sector.
El 2023 no arrancó especialmente bien para la compañía holandesa. El 27 de enero, tuvo que declararse en quiebra tras haber acumulado una deuda sustanciosa. Durante casi un lustro, Lightyear fue una de las startups más prometedoras de la industria gracias a sus coches solares. Los primeros objetivos fijaron el 2020 como el año de lanzamiento, pero tras los problemas causados por la pandemia y numerosos problemas de financiación, no fue hasta 2022 cuando el primer coche salió de la línea de montaje. El primero y casi el último porque no hubo tiempo para muchomás. A pesar de ello, la empresa miraba al futuro con optimismo.
Cambio de rumbo y de dirección con la esperanza de seguir con vida
Un segundo coche, el Lightyear 2, estaba destinado a ser el bote salvavidas de la compañía. Un modelo de tamaño medio, rival del Tesla Model 3, con más de 800 kilómetros de autonomía y una tarifa inferior a los 40.000 euros. Todos y cada uno de los datos eran prometedores, pero nada de eso se acabó materializando. Durante este último año, Lightyear ha pasado por etapas muy oscuras y complicadas. Tras firmar la bancarrota ante los tribunales de Países Bajos, la dirección ha buscado nuevas vías para continuar con vida y ahora parecen haber dado con la solución ideal.
Gran parte del atractivo de Lightyear ha sido la tecnología, más allá del coche en sí. La idea es sencilla, dentro de lo que cabe. Instalar paneles solares en la carrocería de un coche para así estirar la autonomía gracias a los rayos del sol. A pesar de que el sueño original de Lex Hoefsloot, fundador y consejero delegado, era fabricar el segundo modelo de su compañía, ya en octubre se vislumbró un tiempo de cambio que hoy se ha confirmado con la llegada de una nueva dirección. Bonna Newman, como directora ejecutiva, y Marnix Borghouts, como nuevo director financiero, tratarán de dirigir a la empresa en esta época de transición.
La nueva directora se ha mostrado muy decidida en los nuevos pasos, "Lightyear ha demostrado cómo los vehículos eléctricos altamente eficientes combinados con energía solar a bordo acelerarán la transición energética y beneficiarán al mundo". En su opinión, “Lightyear ha sentado las bases para una nueva era de movilidad impulsada por energía solar. Espero asociar nuestro increíble equipo con la industria automotriz para garantizar que la mejor tecnología solar a bordo esté disponible para todos”.
El reto es ahora vender los paneles solares a otros fabricantes. Lightyear no es la única en este camino. Sono Motors lleva años intentando lograr resultados positivos en ese campo, aunque tampoco han sido especialmente satisfactorios.
