Para que Estados Unidos pueda desafiar el dominio de China en la producción y venta de vehículos eléctricos, antes debe fomentar el crecimiento de la industria nacional de fabricación de baterías. Mientras que numerosas empresas chinas han invertido en la minería de su país para extraer el litio utilizado en las baterías, los fabricantes de automóviles estadounidenses dependen de las empresas extranjeras para producir las celdas de iones de litio.
El país asiático produce casi ocho veces más litio que Estados Unidos, y es ahora cuando las empresas estadounidenses comienzan a invertir con fuerza en proyectos de minería de litio en Chile, Australia y Argentina, unos de las principales países productores del mundo.
El déficit de estas materias primas ha sido abordado hoy en una reunión en Washington, donde han asistido funcionarios del gobierno, fabricantes de automóviles, empresas mineras y consultoras para discutir la necesidad de facilitar el proceso de obtención de permisos en Estados Unidos para nuevos proyectos de litio y para la compra de reservas.
La reunión ha sido organizada por Benchmark Mineral Intelligence, un consultor de la industria especializado en la cadena de suministro de baterías de litio. El líder de la firma, Simon Moores, dijo en febrero ante el Congreso de Estados Unidos que el rol de EEUU en la cadena de suministro estaba siendo empañado por China.
“Han pasado décadas desde que se construyó una refinería de litio en Estados Unidos”, dijo a Automotive News Eric Norris, presidente de la empresa Albemarle con sede en Carolina del Norte, el mayor productor mundial de ese mineral y la única compañía que produce litio en EEUU. “Cualquier nuevo proyecto tardará tiempo en desarrollarse, ya que los organismos reguladores determinan los permisos requeridos, el impacto potencial en la comunidad, etc.”, indicó. Albemarle asegura estar trabajando para expandir sus operaciones actuales en Australia y Chile.
Estados Unidos, a la sombra de China
La industria de baterías de Estados Unidos todavía es pequeña. La nación norteamericana controla apenas el 13% de la capacidad de producción mundial de celdas de litio, según BloombergNEF. China, por su parte, domina alrededor de dos tercios de esa industria, y se prevé que podría crecer hasta el 73% para 2021. Por eso no sorprende que cerca de la mitad de los vehículos eléctricos del mundo se venden en China.
“No se puede construir medio millón de baterías de vehículos eléctricos sin un suministro seguro de varias materias primas críticas”, dijo Chris Berry, analista de baterías y metales de House Mountain Partners. “Si Estados Unidos se retrasa en la producción de litio o cátodos, su dinamismo de la cadena de suministro y competitividad en torno al nuevo tema de la energía, se pone en riesgo”.
Berry cree que nada impide que las compañías de EEUU no puedan reunir el capital necesario para operar minas nacionales a gran escala. “El proceso de obtención de permisos puede ser algo más difícil en EEUU que en otras partes del mundo, pero con tanto enfoque en la sostenibilidad y la transparencia de la cadena de suministro, se debe hacer un mayor esfuerzo”, comentó.
La realidad de la industria china es completamente opuesta. La empresa Jiangxi Ganfeng Lithium adquirió el 37.5% del proyecto de litio Cauchari-Olaroz en Argentina, que comenzará a producir en 2021. Tianqi Lithium, por su parte, pagó 4.000 millones de dólares (3.600 millones de euros) por una participación del 24% en la compañía minera SQM de Chile, además de controlar la gigantesca mina de litio Greenbushes en Australia a través de la joint venture Talison.
Actualmente, existe una demanda mundial de litio de 300.000 toneladas al año y, según BNEF, crecerá a un millón de toneladas para 2025. Eso obliga a la industria de litio de EEUU a crecer rápidamente, y por ello ha surgido la reunión de esta semana en la capital del país. Sin embargo, no se espera que ninguna mina de litio en EEUU comience a producir en los próximos tres años, ni que una producción sustancial de litio llegue a los mercados mundiales en los próximos cinco años, según el analista químico Christopher Perrella de Bloomberg Intelligence.
No obstante, algunas compañías mineras de menor escala quieren construir nuevas minas a medio y largo plazo. Por ejemplo, Lithium Americas, con sede en Vancouver, espera tener los permisos aprobados en 2020 para su proyecto Thacker Pass en Nevada, una mina con una capacidad inicial anual de 30.000 toneladas. La compañía buscará recaudar los 581 millones de dólares (520 millones de euros) necesarios para la construcción de la mina. Jonathan Evans, director de operaciones de Lithium Americas, reconoce la importancia de obtener el capital cuanto antes para que la mina comience a producir litio durante los próximos años de expansión del vehículo eléctrico.