Justo en el momento en el que Rivian parecía vivir la etapa más tranquila de los últimos años surge otra piedra en el camino de la compañía de RJ Scaringe. La marca californiana se ha visto obligada a realizar una de las no deseadas llamadas a revisión, aunque en este caso el volumen de vehículos afectados es significativamente alto. Rivian tendrá que revisar un elevado número de los vehículos que ha producido ante un posible fallo de seguridad de la columna de dirección.
Cuando decimos que todas las unidades van a tener que ser revisadas queremos decir todas, incluidas las pocas unidades que han sido entregadas a Amazon. La furgoneta eléctrica Rivian EDV se sumará a sus hermanos, el Rivian R1S y el Rivian R1T, el que ocupará casi toda la atención al ser el modelo de la compañía más vendido y producido de todos. En total hablamos de unos 13.000 vehículos que tendrán que pasar por el servicio oficial para comprobar que no existe riesgo alguno.
Hasta siete informes diferentes han destacado un posible peligro en los modelos producidos por Rivian. Los técnicos han descubierto que algunas unidades salieron de la línea de montaje con un leve pero potencial peligro. El fallo detectado afecta a la columna de la dirección, más exactamente a la fijación del brazo de control superior, que podría no estar ajustada a los niveles de torsión correctos. Aunque ninguna unidad ha sufrido un percance por semejante problema, Rivian no ha querido correr riesgos.
Tampoco ha escatimado en unidades de vigilancia, y para ello ha llamado a los casi 13.000 vehículos que se produjeron durante el periodo detectado. El arreglo es sencillo y rápido, pero supondrá un importante quebradero de cabeza para la compañía y los servicios técnicos. La revisión tardará apenas unas tres horas, pero si multiplicamos esa cantidad por la totalidad de unidades que tienen que pasar por el taller, estamos hablando de un tiempo total de 39.000 horas de trabajo por parte de los mecánicos.
Todo ello sin contar con el perjuicio que se provoca a los usuarios y a Amazon, que tendrá que paralizar parcialmente su flota de furgonetas eléctricas. La compañía ya ha avisado a los clientes que tendrán que pasar por uno de los talleres oficiales. El trabajo logístico será todo un quebradero de cabeza, pues es la mayor llamada a revisión de Rivian hasta el momento. El pasado mes de mayo la compañía emitió su primera alerta de seguridad por problemas en el airbag. En aquella ocasión fueron 500 vehículos los afectados.
La llamada a revisión llega en el momento más dulce de Rivian en el último año. El último informe trimestral ha demostrado que la compañía sigue evolucionando y mejorando sus cifras. Con 7.363 unidades producidas en el tercer trimestre del año, el objetivo de fabricar 25.000 unidades antes de que acabe el año está más cerca de concretarse. La positividad vuelve a una compañía que había visto como su valor en bolsa no ha dejado de caer, aunque los ingresos se mantienen en valores positivos.