La electrificación de del automóvil supondrá un importante cambio en la industria, lo que requerirá programas de recapacitación para los trabajadores que deben prepararse para un cambio en su actividad laboral. Así lo indica un informe realizado por Boston Consulting Group, que asegura que la industria del automóvil europeo, que hoy emplea a 5,7 millones de personas, eliminará 500.000 puestos de trabajo para 2030.
La Comisión Europea ha propuesto la prohibición efectiva de las ventas de vehículos nuevos de gasolina o diésel a partir de 2035. Pero el previsible endurecimiento de la normativa de emisiones que traerá la Euro 7 podría significar el final de los motores de combustión mucho antes, ya que podrían no ser competitivos debido al elevado coste tecnológico y económico que supone cumplir con unos límites de emisiones muy bajos.
La Plataforma para la Electromovilidad (The Platform for Electromobility) reúne a más de 40 organizaciones pertenecientes a la sociedad civil y a la industria. Trabaja en el desarrollo colectivo de soluciones para electrificar el transporte europeo y promoverlas entre las instituciones de la Unión Europea y los Estados miembros. Esta agrupación se ha hecho eco del informe publicado por Boston Consulting Group sobre la eliminación, de aquí a 2030, del 1 % de los puestos de trabajo relacionados con la industria automotriz, como consecuencia de su electrificación.
Los puestos de trabajo que más se verán afectados son los relacionados con los motores de combustión: un 20 % de ellos en las empresas fabricantes y un 42 % en los proveedores tradicionales de la industria. En total se perderán 500.000 empleos. Al mismo tiempo, y según indica el mismo informe, se crearán aproximadamente 300.000 puestos de trabajo relacionados con las tecnologías cero emisiones, lo que supone un 10 % de incremento. El estudio predice un gran aumento de los empleos relacionados con la producción y el almacenamiento de la energía para la industria automotriz y en la infraestructura de carga para vehículos eléctricos.
Los fabricantes de automóviles advierten que los puestos de trabajo en sus plantas de motores de combustión están particularmente en riesgo. Por esta razón han pedido a la Unión Europea que les ayude a mitigar el impacto que tendrá este cambio tecnológico en sus líneas de producción. La Plataforma para la Electromovilidad advierte que los gobiernos y las empresas deberían centrarse en invertir en educación, formación, mejora y recapacitación de los trabajadores para "garantizar que nadie se quede atrás" mientras la industria hace la transición a los vehículos eléctricos.
"La industria automotriz es estratégica para Europa en todos los ámbitos; involucra a una gran cantidad de personas que residen en todas partes, por lo que es importante que la Unión Europea trabaje con los Estados miembros en la política de acompañamiento", ha asegurado a la Agencia Reuters Arne Richters, presidente de la Plataforma para la Electromovilidad,. "Recapacitar y convertir eso en una prioridad estratégica es un punto crucial", ha añadido.