Londres no está preparada para convertirse en una de las primeras ciudades en adoptar el transporte autónomo y las entregas minoristas a través de drones a gran escala, de acuerdo a un informe de los legisladores de la ciudad. De esta manera, será difícil que se cumpla el pronóstico del gobierno del Reino Unido, de que los vehículos conectados y autónomos (VCA) circulen en las carreteras de la ciudad para 2021.
Las condiciones de la infraestructura y los problemas de conectividad de Londres sugieren que el transporte autónomo no contará con un ecosistema adecuado hasta dentro de una década, dijo el Comité de Transporte de la Asamblea de Londres, en un estudio publicado esta semana. "Se ha hablado mucho de que los VCA circularán en nuestras carreteras en el futuro cercano, pero no será hasta 2030 o 2040 cuando ocurra un despliegue generalizado", se lee en el informe.
El estudio acota que los coches sin conductor representarían un peligro actualmente en el congestionado tránsito de Londres. También recuerda que los vehículos autónomos dejarán sin trabajo a miles de conductores. Estos son los otros puntos destacables del estudio, que también aborda la situación de Uber en la ciudad y el servicio de bicicletas alquiladas:
Problemas de seguridad y bajo rendimiento
Los problemas de seguridad y las limitaciones en el rendimiento, dejan claro que es poco probable que los drones de entrega reemplacen una cantidad significativa de coches en las carreteras. Por el contrario, podrían funcionar como un complemento de las compañías de entrega.
Aceras demasiado estrechas
Los robots de acera ocuparán los espacios destinados para las personas. En la actualidad, las aceras ya resultan muy angostas en las zonas más transitadas.
Antecedentes con Uber
La problemática historia de Uber en Londres, incluidos los desafíos legales y la contribución a la congestión del tránsito, muestra los riesgos de una preparación insuficiente para tecnologías disruptivas.
Bicicletas que fracasaron
El programa de bicicletas de alquiler de la app oBike tuvo que ser retirado de Londres después de que los clientes dejaran las bicicletas en sitios inadecuados, bloqueando calles y aceras. El concepto tiene un gran potencial, pero debe ser reevaluado.
Fuente: Bloomberg