Lotus presentará el año que viene una versión conceptual de un nuevo superdeportivo eléctrico que, bajo el nombre de Proyecto Omega, está siendo desarrollado en su sede de Hethel en Norfolk, Inglaterra. Sin que todavía se conozcan detalles técnicos sobre este nuevo modelo, la adopción de la tecnología eléctrica supone un nuevo reto para Lotus que, bajo la batuta del grupo chino Geely, su nuevo accionista mayoritario, ha detectado una oportunidad para posicionarse como el fabricante más avanzado de vehículos de alto rendimiento.
Según revela la revista Autocar, el proyecto Omega supone el modelo más rápido, más caro y más radical fabricado por Lotus en sus 70 años de historia. Su precio será superior a los 2,2 millones de euros (dos millones de libras), lo que constituye la entrada de Lotus en un nuevo segmento al que nunca se había acercado. Hasta ahora los deportivos de la marca inglesa como el Exige o el 3-Eleven rondan los 100.000 euros, lo que convierte el proyecto Omega en un superdeportivo con un precio muy superior a sus modelos tradicionales. Superará también a muchos de la competencia, como el MacLaren P1, el Ferrari LaFerrari, o el Porsche 918 Spyder, y se acercará mucho al Bugatti Chiron, cuyo precio de venta será de 2,8 millones de euros.
Los datos sobre sus prestaciones no han sido revelados, aunque el objetivo es que su potencia total esté por encima de los 750 kW (1.000 CV) e integre novedades tecnológicas no solo en la incorporación de varios motores eléctricos de gran potencia, sino en la tecnología de las baterías. La característica principal de los deportivos de Lotus es su bajo peso, por lo que para sus ingenieros representa un desafío la necesidad de incorporar una batería de gran tamaño, un elemento muy pesado, manteniendo la esencia de la marca. Para ello deberán recurrir a las baterías de próxima generación, con mayor densidad energética que permiten reducir su peso y su tamaño.
En Lotus son conscientes de que su autonomía no deberá estar por debajo de los 400 kilómetros si desean competir con los rivales que se encontrará en el mercado. Necesitará por lo tanto incorporar recarga ultrarrápida, probablemente funcionando a 800 voltios, y un potente sistema de frenado regenerativo que aproveche la energía que se pierde en un coche de estas características cuando reduce su velocidad.
El grupo Geely, al que pertenecen también Volvo, Polestar, Lynk & Co, el fabricante de taxis LEVC, y Proton, planea aprovechar el potencial de Lotus para como el fabricante de vehículos de última tecnología y rendimiento. La entrada en su capital del grupo chino pretende resolver los problemas económicos de Lotus en los últimos años, que le han llevado a depender de diversos propietarios en las últimas décadas.
Lotus mantendrá su sede en Hethel, donde se fabricarán sus deportivos y se desarrollará la ingeniería de todos sus modelos. También utilizará el nuevo centro de diseño de Geely en Coventry, para el que ya está reclutando diseñadores e ingenieros. Lo que se desconoce es dónde se construirá el futuro SUV, una parte importante de los planes de Lotus, que debido a la limitada capacidad de Hethel, necesitará utilizar las numerosas fábricas de Geely en lugares como Suecia y los Estados Unidos.
Por otro lado, Geely solicitó recientemente un permiso para dar nueva vida a Hethel, donde ya se están llevando a cabo más remodelaciones y actualizaciones, para la construcción de un nuevo centro de experiencia del cliente, que también utilizará como centro de patrimonio y museo.
