Es una de las figuras más relevantes y mediáticas del sector del automóvil, y cada vez que expone su manera de ver la industria en la que milita, se convierte en noticia. El director ejecutivo del Grupo Renault, Luca de Meo recientemente ha intercambiado palabras con El Mundo, dejando tras de sí varios comentarios llamativos con los coches eléctricos con en el centro del escenario.
Lo más llamativo que se extrae de la entrevista, publicada ayer mismo, es que a pesar de la situación actual el directivo del consorcio francés es optimista sobre el porvenir de la industria en un plazo medio de tiempo, pues para él la situación no puede ir a mucho peor dado cómo han transcurrido para el sector los dos últimos ejercicios, y en particular para Renault los últimos cuatro años.
A ello hay que sumar la llegada de productos que incluso aún de manera conceptual, han catapultado a la firma francesa a un nuevo pedestal mediático, pues los Renault 5 y Renault4 eléctricos confirmados por la marca se encuentran, sin duda, entre los lanzamientos más esperados de los próximos años. Más a corto plazo, más concretamente el próximo año, el Renault Mégane eléctrico tomará relevancia en los planes de la marca con su puesta de largo en el mercado.
Renault Mégane eléctrico.
También tuvo protagonismo en las declaraciones del directivo de origen italiano la tecnología, y cómo interpreta él el producto. Contestaba Luca de Meo cuando se le preguntaba por Alpine y su vuelta como fabricante más allá del actual A110 y su experiencia con proyectos anteriores como Abarth: "Siempre he luchado por que el automóvil conserve su lado emocional. No comparto la idea de que los coches se convirtieran en lavadoras, que son todas iguales. Creo que nuestra responsabilidad como líderes es que la gente encuentre la magia en lo que hacemos." Complementaba el directivo diciendo que pocas veces ha tenido unos ingredientes tan buenos como los que tiene ahora con Alpine, cuyo porvenir a corto plazo es eminentemente eléctrico.
En este sentido, más adelante a De Meo se le preguntaba acerca de su parecer en lo que a tecnología se refiere, y más concretamente acerca del coche autónomo y su posible llegada a las calles en los próximos años, mostrándose cortante en su respuesta: "Ahora mismo no me motiva desarrollar el coche autónomo y que los taxistas pierdan su empleo."
Semanas atrás otro italiano hacía unas declaraciones en contra de la tecnología de conducción autónoma en su marca, y lo hacía con una de las figuras más relevantes en cuanto a coches eléctricos de por medio. Eran John Elkann, directivo de Ferrari y Stellantis, y Elon Musk, CEO de Tesla, quienes en una conferencia intercambiaban impresiones mostrándose de acuerdo en que no tenía sentido que un coche fabricado para divertirse conduciendo (como Ferrari) se moviera de forma autónoma.
Luca de Meo junto al Renault 5 eléctrico conceptual
Un aspecto más sobre el que se pronunciaba Luca de Meo en lo relativo a recursos humanos es que insiste en que poner fecha de caducidad a los motores térmicos es poner en peligro la rentabilidad de los últimos proyectos de cada fabricante. Comentaba: "Esto es muy peligroso porque no nos da tiempo para amortizar la tecnología ni para salvar a la gente que trabaja en toda la cadena de valor."
