Lunaz tiene una propuesta diferente dentro de la movilidad eléctrica: recuperar para el futuro los automóviles clásicos más espectaculares y exclusivos. Para lograr su objetivo, restaura y electrifica los modelos clásicos más populares de la historia. Cada uno de ellos será único en su clase gracias a un tren motriz eléctrico fabricado a medida, colores exclusivos e interiores decorados por las empresas líderes en el diseño de automóviles. Además, los clientes, que pagarán más de 390.000 euros, tendrán la posibilidad de realizar cambios en el diseño original y adaptarlos a sus requisitos estéticos y a su estilo de vida.
Según su fundador, David Lorenz, Lunaz nace de una profunda pasión personal por la preservación de los coches más famosos de la historia. "Para Luna, mi hija, no tener acceso a un automóvil como el Mercedes-Benz 190SL cuando está en edad de conducir sería una tragedia. Sin Lunaz, esa sería su realidad". El nombre de la compañía es un homenaje a ella.
Tras todo el proceso de restauración, bajo la carrocería original, la empresa británica incluye un tren motriz exclusivo diseñado y fabricado en Silverstone, Inglaterra, bajo la dirección del ex Director Técnico de Renault F1, Jon Hilton. "La misión de Lunaz es definir el futuro de los clásicos. Preservamos el pasado abrazando el futuro, haciendo una nueva propuesta para los automóviles más hermosos de la historia", declara orgulloso Lorenz. Incluso la ubicación de su cuartel general, en el Silverstone Technology Park, refleja su convencimiento de sus creadores de que Reino Unido es el centro de la innovación y el desarrollo técnico del mundo, particularmente en el desarrollo de motores eléctricos. Allí, Lunaz tiene acceso a la colaboración con talentos reconocidos mundialmente a medida que la empresa se expande.
Rolls-Royce Cloud de 1956.
Los primeros clásicos casi a punto
El enfoque de los fundadores para seleccionar un vehículo para la restauración se basa en una "comprensión íntima del mundo del automóvil clásico basada en los gustos y las preferencias que han traspasado décadas de historia. Cada clásico de Lunaz da nueva vida, usabilidad y relevancia a los clásicos más famosos y representativos de la industria del automóvil".
En su sede de Silverstone, un Jaguar XK120 de 1953 con 80 kWh se están preparando para una segunda vida en el mercado del automóvil. En su caso, se encuentra actualmente en la fase final del proceso de restauración y ha comenzado las pruebas finales Cuenta con dos motores eléctricos gemelos de 280 kW (375 CV) de potencia que ofrecen un par motor conjunto de 700 Nm.
Además, un Rolls-Royce Cloud de 1956 y un Rolls-Royce Phantom V de ocho asientos de 1961 con una batería de 120 kWh están a punto de completarse en la base técnica de la empresa. Tras su restauración y conversión, se unirán al Jaguar XK120 para ser sometidos a un exhaustivo período de pruebas en todas las condiciones y tipos de carreteras.
El precio de cada uno de estos clásicos arranca en las 350.000 libras (390.000 euros) sin incluir impuestos locales. Las reservas previas para los primeros clientes podrán realizarse a partir de noviembre de 2019.
Rolls-Royce Phantom V de ocho asientos de 1961.
El proceso de restauración
Lunaz cuenta en sus filas con los talentos más destacados en ingeniería, diseño y fabricación. Sus equipos incluyen la experiencia de Aston Martin, Ferrari, Ford, Jaguar, Volkswagen, McLaren y Rolls-Royce. La restauración de cada uno de los clásicos supone un proceso de reingeniería que arranca desde cero.
Comienza con una inspección exhaustiva de todo el coche, que incluye el pesado de cada componente para mantener la distribución de peso original gramo a gramo. Cada uno de estos clásicos se analiza al milímetro para garantizar que los ingenieros de Lunaz puedan desarrollar el tren motriz más adecuado para su carácter y dinámica de conducción, para lo que recibe una restauración totalmente personalizada. Basándose en esta información se proyecta la nueva configuración del chasis, el tren motriz y la suspensión.
El escaneo en 3D permite a los ingenieros crear modelos CAD virtuales que recogen los mínimos detalles para "garantizan la perfección técnica en cada paso del proceso". Cada clásico de Lunaz está diseñado, desarrollado, y probado internamente utilizando las más altas especificaciones técnicas disponibles, aunque los detalles de la tecnología de propulsión eléctrica están estrechamente protegidos por el secreto industrial.
Una vez finalizado el análisis previo, el motor de combustión interna y todos sus sistemas asociados se retiran y el chasis se prepara para la electrificación. También se retira la carrocería y se corrigen a mano los defectos existentes en ella antes de que comience el proceso de acabado superficial. El mismo detalle se aplica al interior, aunque aquí se realizan algunos cambios sutiles para adaptarlo a las comodidades modernas, como la conectividad, la inclusión de WiFi, el sistema de infroentretenimiento, la navegación por gps y las ayudas a la conducción.
Proceso de restauración de Lunaz.
Los elementos asociados a un tren de potencia eléctrico, la batería, el cargador y el inversor se integran en el diseño existente del automóvil. La tapa de llenado de combustible se adapta para convertirla en una toma de carga y los diales de instrumentación se adaptan a las necesidades de la nueva tecnología. Se instalan nuevos sistemas de aire acondicionado y calefacción eléctricos y se elimina el acelerador mecánico para dar paso a un sistema gobernado por cable. Además se mejoran los sistemas de frenado, la suspensión, la dirección y la electrónica.
Las baterías de gran capacidad que se incorporan a cada uno de ellos pueden recargarse en corriente continua, aunque no hay especificaciones sobre la potencia máxima que admiten. Además, se añade un sistema de frenado regenerativo y sistemas de ayuda a la conducción habituales en los coches modernos como el control de tracción y el control de crucero.