La construcción del llamado Enlace Fijo del Estrecho de Gibraltar, un túnel submarino que unirá bajo agua a Marruecos y España, vuelve a ganar relevancia gracias a una nueva inyección económica. Proyectado por primera vez en 1980 por Hassan II y Juan Carlos I, el proyecto llevaba en dique seco desde 2009. Ahora vuelve a primer plano gracias a los fondos que ha recibido del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), procedentes de la Unión Europea.
Fue el pasado mes de febrero, aprovechando la cumbre hispano-marroquí, cuando se retomaron las conversaciones acerca del Enlace. Era la primera vez en 14 años que ambas partes hablaban de manera abierta y de forma oficial sobre los pasos a seguir para una potencial ejecución del proyecto.
El primer resultado de este acercamiento ha sido la nueva inyección económica: un total de 2,3 millones de euros, que servirán, según se detalla, para estudiar la viabilidad del proyecto, que en un principio contemplaba tanto el transporte de pasajeros, como de mercancías, así como también la canalización de energía eléctrica desde el país africano a la península. En este nuevo período parece que los trabajos se están orientando, de momento, más hacia esta canalización de energía y de telecomunicaciones, según detalla El Debate.
La ejecución de estos estudios se lleva a cabo en cada lado a través de dos empresas distintas creadas para este propósito específicamente. En España es el SECEGSA, la Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar, la que gestiona el proyecto. Por la parte marroquí es la SNED la encargada. Las dos empresas fueron creadas en 1980, tras la firma de los entonces reyes alahuita y español.
Los 2,3 millones de euros especificados se suman a los 1,3 millones que el Estado ha venido invirtiendo en la empresa gestora del proyecto en suelo español durante los últimos siete años.
Tras más de 40 años de inversiones y recursos destinados a la idea, lo más cerca que estuvo de hacerse realidad fue tras unas pruebas piloto que se llevaron a cabo en las inmediaciones de la ciudad de Tarifa. Y es precisamente aquí, en la zona de Punta Paloma, donde se baraja que esté el acceso a la infraestructura por parte de España. Es uno de los enclaves de mayor valor ecológico y que da forma al Parque Natural del Estrecho, que, interrumpido sólo por la propia localidad de Tarifa, se extiende por suelo gaditano desde la Sierra de la Plata hasta Algericas. En Marruecos la conexión tomaría forma a través de la ciudad de Tanger.
La realidad del proyecto es que, hasta la nueva aportación monetaria, se encontraba completamente estancado, al igual que las relaciones entre España y Marruecos, forzadas a tender puentes ante la celebración del Mundial de fútbol de 2030, que se va a celebrar entre España, Portugal y Marruecos.
