Daimler espera poder fabricar todavía más paquetes de baterías para coches eléctricos que las anunciadas inicialmente. Debido a un aumento en la demanda de vehículos enchufables, ya sean híbridos o eléctricos, Daimler ha decidido aumentar el número de centros productivos con capacidad para construir baterías con la incorporación de Sindelfingen y Untertuerkheim a la lista. La maniobra entra dentro de los planes de Daimler para electrificar sus marcas, Mercedes-Benz y Smart, para lo que contempla una inversión de 1.500 millones de euros dedicada a reconfigurar, mejorar y ampliar sus fábricas para la llegada de grandes volúmenes de coches eléctricos.
Así pues, Sindelfingen por un lado, que es donde se construye actualmente la Clase S de Mercedes, se acondicionará para fabricar grandes vehículos con conducción autónoma y propulsión eléctrica. Se trata, ni más ni menos, que los vehículos de transporte sin conductor que utilizarán los altos cargos y directivos de las empresas en sustitución de las berlinas de gran tamaño con motores contaminantes y sin conducción automatizada que se comercializan hoy en día. Por otro lado, la planta de Untertuerkheim se transformará en un centro de alta tecnología dedicado a la investigación y el desarrollo de componentes para coches eléctricos, como los motores que utiliza la gama EQ de Mercedes-Benz.
Tras la incorporación de las fábricas alemanas de Sindelfingen y Untertuerkheim anunciada a través de la agencia Reuters, la lista de fábricas con las que Daimler espera fabricar las baterías y componentes de sus coches eléctricos crece hasta la cifra de 7 localizaciones distribuidas en tres continentes. En Asia Daimler cuenta con una planta en Beijing, China, y otra en Bangkok, Tailandia. En el continente americano la producción de coches eléctricos correrá a cargo de la fábrica de Tuscaloosa, en el estado de Alabama. En "casa" la producción se la repartirán las dos mencionadas instalaciones y otras dos fábricas situadas en Kamenz, Alemania.
En cambio, la producción de baterías para los autobuses eléctricos de Mercedes-Benz correrá a cargo de AKASOL, otra compañía alemana que actúa de forma independiente. El resto de paquetes de celdas, aquellos dedicados a los turismos de las marcas Mercedes-Benz y Smart EQ, serán fabricados por el propio constructor alemán.