Los coches eléctricos solares están de capa caída. Dos de los proyectos más interesantes, de los que hemos venido hablando largo y tendido estos años, han acabado prácticamente en la quiebra. Lightyear y Sono Motor pelean por hacer realidad las pocas opciones que les quedan para sobrevivir, aunque sus esperanzas son bastante limitadas. El anhelo de contar con vehículos completamente independientes de la infraestructura de carga no es algo nuevo, aunque su viabilidad comercial parece imposible. A pesar de ello, surgen proyectos como Stella Terra que logran captar la atención (con algún que otro truco publicitario).
Este SUV de color verde ha sido creado por los estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven (TUE) y se proclama como el "primer todoterreno eléctrico del mundo impulsado por energía solar". Representa un posible cambio de paradigma para regiones donde el concepto de carretera es amplio y donde las redes eléctricas presentan una naturaleza impredecible. Un SUV capaz de transportar suministros cruciales o brindar ayuda médica en áreas aisladas. Thieme Bosman, gestor de eventos del equipo, espera que vehículos como este faciliten la conectividad en zonas remotas donde la infraestructura es sumamente deficiente.
¿Dónde está el truco? De lo que es capaz el Stella Terra
Para demostrar sus capacidades, el equipo seleccionó Marruecos por su diversidad de tipología de terrenos. Allí, el vehículo completó más de 1.000 kilómetros, desde la costa norte del país hasta las arenas del desierto del Sáhara en el sur. Durante el recorrido, el Stella Terra tuvo que enfrentarse a senderos de montaña, con pendientes muy pronunciadas, y a las polvorientas llanuras de los caminos del desierto.
El equipo afirma que, en un día soleado ideal, el Stella Terra puede recorrer hasta 710 km en carretera y alrededor de 550 km fuera de ellas. La presencia de nubes reduciría estas cifras en unos 50 km. La velocidad máxima que puede alcanzar es de 145 km/h, aunque, si se mantiene constante, disminuirá significativamente su autonomía.
Para lograrlo, el SUV utiliza materiales compuestos con el objetivo de reducir su peso a tan solo 1.200 kg, lo que, según estiman, es un 25% menos que el promedio de un SUV de tamaño mediano. El diseño aerodinámico ayuda a optimizar la eficiencia y las formas de sus zonas horizontales, techo y capó, maximizan la superficie y permiten ampliar la cantidad de energía que son capaces de absorber sus paneles solares. La batería interna es bastante pequeña, con el fin de mantener ese peso bajo, aunque no se proporciona su capacidad real.
Una idea inteligente que incorpora el Stella Terra para mejorar la eficiencia de la captura solar son los paneles solares de la parte trasera que pueden elevarse cuando el vehículo se detiene para maximizar la captura solar, a la vez que el asiento que se sitúa debajo se convierte en una cama.
Según explica Bosman, el Stella Terra es diferente a los casos de Sono Motor o Lightyear porque no busca reemplazar los viajes diarios habituales sino un caso de uso específico: su objetivo es ayudar a comunidades que realmente no tienen otra opción. En esos escenarios, un coche eléctrico alimentado por energía solar, a pesar de sus limitaciones, sigue siendo la mejor solución disponible hasta el momento.
Stella Terra no es el único proyecto de este equipo ya que trabaja en otros campos de la energía solar como los convertidores solares altamente eficientes. Bosman y sus estudiantes pretenden inspirar a la industria con la esperanza de que sus actores principales reflexionen y reevalúen sus diseños.