Noruega no sólo se ha convertido en el principal mercado de coches eléctricos en Europa y en el mundo, sino que también se está transformando en el país con mayor capacidad de regeneración y recuperación. En la ciudad de Fredriktad se ha instalado la mayor planta de reciclaje de baterías de coches eléctricos de Europa. Acaba de empezar a operar mirando al futuro con una capacidad de procesamiento impresionante.
Llamada Hydrovolt, el centro de procesamiento nace de la alianza de dos importantes fabricantes de baterías europeos: Northvolt e Hydro. Tras varios meses de construcción y preparativos, la planta finalmente ha entrado en funcionamiento para dar una segunda vida a las miles de baterías de coches eléctricos que son desechadas. Hydrovolt cuenta con una capacidad de procesamiento de 12.000 toneladas de baterías por año, lo que supone, aproximadamente, unas 25.000 baterías de coches eléctricos recicladas en 12 meses.
Con semejantes cotas de reciclaje, la planta de Northvolt e Hydro está preparada para el futuro. Tal es la mejora en los procesos de recuperación, que actualmente el reciclaje permite recuperar hasta el 95% de los materiales de las baterías, incluida la masa negra que se suministrará a Northvolt, que a su vez será empleada en la producción de nuevas baterías para coches eléctricos. Una estrategia de 360 grados que se integra dentro del plan de Northvolt de usar el 50% de materiales reciclados en la producción de baterías en el año 2030.
A nivel estratégico, la recuperación de masa negra, un polvo que contiene metales de níquel, manganeso, cobalto y litio, reducirá la dependencia actual frente a la minería y a los principales países productores. Northvolt se encarga de dar una segunda vida a esa masa negra en un proceso secundario de procesamiento que se lleva a cabo en la planta de Skellefteå, Suecia. Se espera que para 2025, Hydrovolt sea capaz de producir más de 2.000 toneladas de masa negra por año.
La planta es un centro de referencia a nivel europeo y mundial. Los objetivos son tan grandes como las instalaciones. A largo plazo el objetivo es procesar y recuperar más de 70.000 toneladas de baterías para el año 2025, mientras que para el año 2030 se espera que esa cifra crezca hasta las 300.000 toneladas. Actualmente la planta, con su capacidad de 12.000 toneladas por año, sería capaz de reciclar la totalidad de las baterías del parque automovilístico eléctrico de Noruega. Repetimos que es el mayor mercado del mundo.
Por supuesto, todas las partes se han mostrado encantadas ante semejante momento. Emma Nehrenheim, directora ambiental de Northvolt, ha comentado: "Reciclar las baterías al final de su vida útil es la piedra angular para garantizar que la transición del vehículo eléctrico sea un verdadero éxito desde una perspectiva ambiental. Los metales utilizados en la producción de baterías son finitos, pero al sustituir las materias primas extraídas de la Tierra con materiales reciclados, no solo podemos reducir la huella de carbono de las baterías, sino también permitir el uso sostenible a largo plazo de la tecnología de baterías de iones de litio".