La industria del automóvil japonesa está compuesta por fabricantes que tienen, casi todos, una estrecha relación entre sí que a su vez está liderada, en gran medida, por la voz cantante de las marcas niponas: Toyota. Por esto no es de extrañar que en muchos mercados haya marcas. que para poder satisfacer puntualmente una necesidad en términos de producto recurran al gigante japonés.
Este es el caso de Mazda, quien ha recurrido a Toyota para dar forma al CX-50 y equiparlo, además, con el sistema híbrido que mejores números brinda a la firma en términos de fiabilidad y consumos. El resultado de esta colaboración es el Mazda CX-50 Hybrid, un coche que ni de manera remota llegará a Europa, donde sin duda podría suponer todo un éxito para Mazda.
Por tamaño, con sus 4,71 metros de largo y 1,61 de alto, se ubica entre el conocido CX-5 y el CX-60, dos coches que sí se comercializan en España pero que no pueden presumir del enfoque off-road que la marca ha impreso a este SUV, que sin llegar a ser todoterreno, tiene un despliegue de medios que lo convierten en un modelo lo suficientemente capaz como para afrontar salidas fuera de la carretera de manera solvente.
También se desmarca de los dos SUV mencionados con esta nueva mecánica, pues mientras que el CX-5 sólo está disponible con mecánicas híbridas ligeras, el CX-60 da el salto directo a una mecánica híbrida enchufable.
Con el propulsor que Mazda ha tomado de Toyota, con el conocido y duradero bloque de 2,5 litros con asistencia eléctrica que, entre otros, toma lugar en el RAV4, el CX-50 se convierte en un SUV de tipo full-hybrid, que en nuestro mercado están resultando ser los coches que más crecen en términos de ventas.
De manera más concreta, esta mecánica está compuesta por el contrastado motor de cuatro cilindros y 2,5 litros de Toyota, que funciona en ciclo Atkinson de manera atmosférica, y es asistodo por dos motores eléctricos. La potencia se manda a las ruedas a través de una transmisión de tipo CVT controlada electrónicamente y una batería de pequeño tamaño. paquete de baterías. En total, la potencia combinada es de 219 CV y el par motor de 221 Nm.
Con esta mecánica, Mazda tenía el propósito de incorporar a la gama del CX-50 una opción más eficiente que rebajar de manera significativa los consumos y emisiones del modelo, y así ha sido. Y es que, en Estados Unidos, donde el proceso de homologación de la EPA es mucho más férreo y realista que el WLTP europeo, consigue arrojar un consumo medio de 6,7 litros a los 100 kilómetros (unas 35 millas por galón americanas) que son 2,7 litros menos que la versión de acceso que hasta ahora tenía el CX-50.
Con todo lo anterior, el Mazda CX-50 llega al mercado norteamericano a cambio de un precio de 33.970 dólares, que según el cambio actual resulta en unos 32.400 euros, un precio que lo convertiría, sin duda ninguna, en un éxito en Europa, aunque de llegar aquí, algo que sólo sucederá de manera remota, acabaría siendo significativamente más caro.