Los coches eléctricos han impactado en el mercado de forma desigual en función del mercado o el país en el que te detengas. Las marcas japonesas han estado demasiado relajadas a la hora de abrazar la movilidad sostenible. Los lanzamientos van con retraso y nada hace indicar que los japoneses vayan a pisar el acelerador en breve. En Europa, Mazda presenta un sólo coche eléctrico, el MX-30. Un pequeño SUV que no ha tenido buena acogida por ser demasiado pequeño, excesivamente caro y con un rendimiento eléctrico poco destacado. Sin embargo, en China, están ultimando los preparativos para lanzar un coche que sí resulta interesante y que sí podría tener éxito.
En repetidas ocasiones Mazda ha asegurado que tiene planes muy ambiciosos para electrificar su gama de vehículos. A lo largo de los últimos eventos relacionados con el motor hemos podido descubrir algunos de esos bocetos. Sin duda alguna, el más destacado es el Mazda MX-5 eléctrico. Estamos lejos de verlo hecho realidad, pero durante el Salón de Tokio pudimos conocer un primer e interesante adelanto bajo el prototipo Mazda Iconic SP. Poco después, en la feria del automóvil de Beijing presentaron no uno sino dos modelos. El Arata, un SUV conceptual que nos permitió imaginarnos las líneas del futuro CX-30. Junto a él se expuso un coche que pronto se hará realidad.
Una berlina desarrollada en colaboración con socios chinos
El Mazda EZ-6 nos mostraba el buen trabajo de los japoneses. Una elegante berlina que está a punto de llegar al mercado. Se trata de un modelo desarrollado conjuntamente entre ingenieros japoneses, Mazda, y chinos, Changan. Un trabajo compartido que emplea la plataforma EPA del fabricante chino. Se trata de una berlina de tamaño medio, sumamente elegante y atractiva que triunfaría no sólo en Europa, sino en cualquier lugar del mundo. Por sus medidas, el EZ-6 supera con creces al Mazda6, la berlina más grande de la compañía en nuestro país. 4,92 metros de largo, 1,89 metros de ancho y 1,48 metros de alto para una distancia entre ejes de 2,98 metros.
Su línea exterior con formato fastback nos esconde un habitáculo algo atípico para Mazda. Llama la atención el minimalismo del espacio. Toda la atención la reciben dos grandes pantallas, instrumentación y sistema multimedia con un generoso tamaño de 14,6 pulgadas. Todo queda recubierto por materiales que, a priori, arrojan una buena calidad y sensación. El espacio es amplio y todos los pasajeros cuentan con numerosos elementos de confort como techo panorámico, conectividad para dispositivos móviles, luz ambiental, equipo de sonido firmado por Sony y avanzado equipo de seguridad y asistentes a la conducción gestionados por un chip de alto rendimiento firmado por Qualcomm.
A la hora de movilizar el EZ-6, Mazda aprovecha recursos de su socia para ofrecer dos versiones diferentes. Un híbrido enchufable que también podría traducirse como un eléctrico de rango extendido y un modelo 100% eléctrico. Por el momento se desconocen los datos de rendimiento, a excepción de los 190 kW (258 CV) de potencia generados por la unidad eléctrica. Ambas unidades emplean baterías LFP para alimentar sus sistemas. El lanzamiento es casi inmediato. La producción arranca el próximo 17 de julio y se estima una horquilla de precios muy competitiva. Algunas fuentes apuntan a una tarifa máxima de 220.000 yuanes, aproximadamente 28.000 euros al cambio de moneda. El problema principal es que este atractivo coche nunca llegará a suelo europeo.