El pasado mes de abril, Mazda confirmó a través de un vídeo la inclusión de una variante de autonomía extendida con un motor de combustión rotativo para su primer coche eléctrico, el MX-30. Después de muchos rumores y especulaciones, y sin fecha definida para su aparición, el fabricante japonés ponía fecha al inicio de las pruebas de este motor para finales de este año, con el objetivo de ofrecerlo a sus clientes japoneses en 2022. A pesar de que Mazda anunció que esta variante no cambiaría las especificaciones del eléctrico, es muy posible que el tanque de gasolina que alimente el motor rotativo obligue a reducir la capacidad de la batería de tracción.
El Mazda MX-30 es el primer coche eléctrico que el fabricante japonés incorpora a su catálogo. Desde su presentación, la polémica le ha perseguido porque la autonomía que ofrece, en comparación con su competencia, resulta algo escasa. Un coche eléctrico de su tamaño y de su precio con tan solo 200 kilómetros de autonomía WLTP homologada reduce su movilidad a las zonas urbanas y periurbanas, limitando la posibilidad de viajar con él. Mazda ha defendido su decisión de poner una batería tan escasa proponiendo una segunda variante eléctrica de autonomía extendida que incorpora un motor rotativo.
Hasta ahora, Mazda había asegurado que la variante EREV no cambiaría excesivamente las prestaciones del MX-30, puesto que el peso que añadirán los nuevos componentes mecánicos no es excesivo. Se mantiene como propulsor el motor eléctrico de 103 kW (138 CV) alimentado por una batería de 35,5 kWh de capacidad y, hasta ahora, los citados 200 kilómetros de autonomía. Lo que si varían son las opciones para recargarla. Se mantienen tanto el cargador de a bordo de 6,6 kW y el sistema de recarga rápida que alcanza una potencia máxima de 50 kW bajo el estándar CCS y se une la opción de recargarla con el motor rotativo.
El motor rotativo extensor de rango del Mazda MX-30 se situará en el vano motor, junto al motor eléctrico.
Sin embargo, según ha explicado el equipo de ingenieros de Mazda, lo más probable es que finalmente la implementación del motor rotativo sí obligue a realizar algunos cambios en las especificaciones del coche. El fabricante ya había explicado que en el MX-30 eléctrico se ha había exprimido todo lo posible la batería, de manera que de haber incluido una más grande se habría comprometido el espacio interior o habría obligado a colocarla en zonas vulnerables ante una colisión. Esto significa que al introducir en la parte delantera, junto al motor eléctrico, un motor de combustión rotativo y bastante compacto obliga a introducir en alguna parte del coche un tanque de gasolina; al parecer, ese espacio se lo tiene que ceder la batería.
Mazda no ha entrado en detalles sobre cuanta será la capacidad de batería que perderá el MX-30 eléctrico de autonomía extendida, ya que no está previsto que esta variante sea presentada hasta el año que viene. Si bien precisamente ese extensor de rango será el que le permita realizar recorridos más largos, esta ventaja la va a ofrecer a cambio de reducir la autonomía eléctrica. Pero lo va a hacer elevando los consumos, ya que compensará la pérdida de autonomía en modo eléctrico por la que reciba del extensor. Habrá que esperar a la próxima presentación del Mazda MX-30 con extensor de rango para conocer los detalles de este juego de autonomías.