Todavía es un plan que está sobre la mesa, sin decidir por completo, pero cada vez tiene más papeletas para ser realidad. Hablamos de McLaren y su apuesta por los combustibles sintéticos, una tecnología con la que McLaren cree que puede reducir de manera sustancial sus emisiones de CO2 y convertirse en una alternativa a los coches eléctricos.
Según ha revelado el COO de McLaren a los compañeros de Autocar, la compañía británica de superdeportivos está planeando el desarrollo de un coche que funcione con combustible sintético, obtenido a partir de CO2 y gracias a la energía solar, como alternativa a los coches eléctricos. El proyecto todavía no tiene luz verde, aún tiene que decidirse si se continúa adelante con él o no, pero la intención en Woking parece clara.
La idea es demostrar la validez de esta tecnología para reducir las emisiones netas de manera efectiva, lo cual convendría a McLaren. Los motores actuales sólo necesitan pequeñas modificaciones para adaptarse a este tipo de combustibles, lo cual significa no tener que invertir grandes sumas de dinero en el desarrollo de nuevos propulsores. Recordemos que, a pesar de las diferencias entre modelos, toda la gama actual de McLaren gira en torno al mismo motor V8 biturbo de 4.0 litros (M840T).
Desde McLaren creen que los combustibles sintéticos pueden ser una alternativa viable a la propulsión eléctrica «si se incluye la producción de baterías como parte del impacto total del CO2 de un coche eléctrico», es decir, si contamos las emisiones totales desde la fabricación del vehículo. No obstante, Jens Ludmann hace hincapié en que no prevé que los motores de combustibles sintéticos reemplacen a los coches eléctricos. De hecho, hace apenas año y medio desde McLaren aseguraban que su plan es ofrecer una gama completamente electrificada -tanto con híbridos como eléctricos- para el año 2025.
Según Ludmann, la tecnología en torno a los combustibles sintéticos aún se está desarrollando, pero «si se considera que puede producirse utilizando energía solar, transportarse fácilmente y luego suministrarse [a los coches] tal y como conocemos hoy, existen beneficios potenciales en términos de emisiones y practicidad que tengo muchas ganas de explorar».
El directivo de McLaren ha asegurado que no dice esto «para retrasar la tecnología de baterías», sino para resaltar que podría haber alternativas válidas que «deberíamos considerar». Reconocen que es «demasiado difícil» saber con certeza hasta dónde puede llegar esta tecnología una vez entre en producción, pero están convencidos de que esta tecnología, unida a un sistema híbrido, tiene mucho potencial para reducir emisiones -manteniendo al mismo tiempo el sonido y características de un motor de gasolina como demandan sus clientes-.