Los Mercedes con el sello de AMG han sido siempre sinónimo de potencia bruta, de sonido ronco y de un enorme par motor capaz de dejarte pegado al asiento sin que puedas hacer nada por evitarlo (excepto levantar el pie del acelerador). La próxima generación de modelos Mercedes-AMG se va a electrificar, pero seguirán siendo tan brutales (o más) como siempre.
La marca de la estrella ha anunciado nuevos detalles sobre los próximos Mercedes-AMG, sus modelos más prestacionales. Ya hemos hablado del sustituto del actual C63, que reemplazará el V8 biturbo por un esquema híbrido con motor de 4 cilindros con turbo eléctrico, un motor eléctrico en el eje trasero y una batería de alto voltaje. Pero eso no significará el abandono de los V8 en otros modelos de AMG.
En las versiones más potentes, la firma seguirá confiando en los bloques 4.0 V8 biturbo como propulsor principal de una mecánica híbrida enchufable. El motor de gasolina irá respaldado por un motor eléctrico en el eje trasero. Mercedes lo llama AMG Performance Hybrid y en su configuración más potente, la que montará el próximo Mercedes-AMG GT 73 e 4Matic, tendrá la friolera de 816 CV de potencia y más de 1000 Nm de par. Ahí es nada. Junto con la tracción integral, este propulsor permitirá acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos en los modelos más rápidos.
Mercedes-AMG GT 73 E Performance 4MATIC.
Dependiendo de cada modelo, el motor eléctrico entregará una potencia u otra. En los más potentes, el motor eléctrico entregará hasta 204 CV de potencia y 320 Nm de par motor. Este segundo motor irá situado en el eje trasero acoplado a una transmisión de dos velocidades y junto al diferencial trasero controlado electrónicamente.
Mercedes ha montado una transmisión de 2 relaciones junto al motor eléctrico para optimizar las prestaciones: a baja velocidad entrega la máxima potencia y par motor para acelerar más rápido. A partir de 140 km/h (o antes, dependiendo de las circunstancias) acopla la 2ª marcha para mejorar la eficiencia.
Propulsor híbrido del Mercedes-AMG GT 73 E Performance 4MATIC con motor 4.0 V8 más motor eléctrico.
Otro de los secretos de los Mercedes-AMG híbridos enchufables estará en su batería. Con el nombre interno HPB80, Mercedes-AMG ha desarrollado una batería de 400 voltios que bebe directamente de lo aprendido los últimos años en la Fórmula 1 (que, recordemos, son híbridos desde 2014). Mercedes ha ganado todos los Mundiales de F1 en esta "era híbrida", así que algo deben de saber. La batería es de iones de litio, tiene 6,1 kWh de capacidad y 70 kW de potencia continua pero es capaz de ofrecer 150 kW de potencia máxima durante diez segundos.
Pesa solamente 89 kg y tiene una densidad de potencia de 1,7 kW/kg, muy superior a otras baterías convencionales. Las 560 celdas de la batería están refrigeradas individualmente, para lo cual Mercedes ha tenido que desarrollar unos módulos de refrigeración con un grosor de unos pocos milímetros. Alrededor de 14 litros de líquido refrigerante circulan por toda la batería pasando por cada celda. Esto es posible gracias a una bomba eléctrica de alto rendimiento especialmente desarrollada y a un intercooler de aceite/agua acoplado directamente a la batería.
Cada una de las 560 celdas de la batería están refrigeradas individualmente.
El resultado es una gestión térmica excepcional: según AMG, la batería siempre se encuentra en una ventana de temperatura de trabajo óptima y constante de 45 grados Celsius, sin importar la frecuencia con la que se cargue o descargue -incluso durante las vueltas rápidas en modo híbrido en un circuito, dice AMG-, donde la aceleración y desaceleración (descarga y carga de la batería) son muy numerosas en poco tiempo.
Para intentar adaptarse a cada situación, el sistema híbrido enchufable tendrá seis modos de conducción, desde uno 100 % eléctrico hasta el modo RACE, diseñado para conducir en circuitos.
La batería de alta tensión va situada sobre el eje trasero.
En el programa RACE, todos los parámetros están configurados para el máximo rendimiento. Arranca con el motor de combustión y el motor eléctrico listos desde el primer momento, con el eléctrico apoyando al motor de combustión durante las aceleraciones. En el modo RACE también se maximiza la recuperación energética para tener siempre la máxima cantidad de energía eléctrica posible a disposición del acelerador.