El Mercedes-AMG ONE ha sido uno de los proyectos más complejos que ha llevado a cabo Mercedes en años, y sin duda uno de los que más desafíos le ha supuesto. No hay más que ver los años de retraso que ha sufrido el proyecto y los obstáculos que han ido apareciendo por el camino. Al fin y al cabo, utilizar un motor de Fórmula 1 en un coche homologado para circular por la calle ha resultado ser más complicado de lo que parecía. Pero el coche es una realidad, por fin, y ya ha empezado a fabricarse.
Lógicamente, el Mercedes-AMG ONE no es el tipo de coche que se fabricará en gran serie. Su producción estará limitada a 275 unidades en total, una producción que ya ha comenzado y que se lleva a cabo en Brixworth, Inglaterra, en la sede la escudería de Mercedes-AMG Petronas. El ensamblaje se completa después en Coventry. Los primeros vehículos se empezarán a entregar a sus afortunados propietarios a partir de esta segunda mitad de 2022. Y si te lo estabas preguntando, efectivamente, ya están todos vendidos. ¿Precio? No menos de 2,7 millones de euros.
No hace falta decir que están involucrados los mejores técnicos de la marca; de hecho, los técnicos encargados de fabricar este hiperdeportivo son los responsables del desarrollo y la producción de las unidades de potencia de los coches de Fórmula 1 de la escudería Mercedes-AMG Petronas F1. En total, durante todo el proceso de producción más de 50 especialistas trabajan en cada Mercedes-AMG ONE.
Así es la producción del Mercedes-AMG ONE al detalle
La producción de los coches se realiza de forma manual en un total de 16 estaciones de montaje y pruebas que detallaremos más adelante. Algunos procesos de la producción recuerdan a la fabricación de relojes de lujo: algunos sistemas se pre-ensamblan primero y se comprueba su funcionamiento, luego se vuelven a desmontar y sólo entonces se instalan finalmente en el vehículo. Esto se aplica, por ejemplo, al monocasco de fibra de carbono con el techo adherido y a todas las partes desmontables de la carrocería, que también están hechas de fibra de carbono. La carrocería, la "piel" del coche, es lo primero que se ensambla.
Después se comprueban meticulosamente todos los ajustes y, si es necesario, se ajustan conforme a las tolerancias exigidas. En este proceso, los especialistas tienen que tener en cuenta el lacado posterior de la carrocería, que añade grosor y no puede despreciarse. De hecho, es algo muy meticuloso: dado que el grosor de los paneles de carbono es de sólo 1,2 milímetros en algunos puntos, se trata de una tarea muy difícil. Una vez que todo encaja a la perfección, todas las piezas, incluidas las puertas y el capó, se desmontan de nuevo y se pintan a mano.
En el siguiente paso se ensamblan la carrocería y la cadena cinemática, formada por el motor V6 turbo de 1.6 litros, la batería de alto voltaje, la electrónica de potencia y cuatro motores eléctricos con sus correspondientes inversores, motores que han sido previamente probados en caliente en los bancos de pruebas de Brixworth, exactamente el mismo proceso que se realiza con las unidades de potencia de Mercedes en la Fórmula 1. En este punto, antes de que se instalen los componentes de alta tensión ya se han montado el 75% de las piezas del vehículo.
Las 16 estaciones principales de ensamblaje se resumen a continuación:
- Estaciones 1 a 4: montaje de las piezas mecánicas y de todos los componentes de baja tensión, así como la instalación de los componentes esenciales de la cadena cinemática, incluidos el circuito eléctrico vehículo.
- Estaciones 5 a 6: montaje de la batería de alto voltaje y de las conexiones de alto voltaje, pruebas de funcionamiento del motor de combustión y de los motores eléctricos. Puesta en marcha del vehículo.
- Estación 7: montaje del interior.
- Estación 8: inicio del montaje de los paneles exteriores de la carrocería y las puertas. Durante este proceso, los paneles de la carrocería preacabados, los parachoques delantero y trasero, las aletas y las puertas se reúnen en la línea de montaje principal.
- Estación 9: continúa el montaje exterior. Parachoques delantero y trasero.
- Estación 10: instalación final de toda la carrocería exterior.
- Estación 11: montaje de las ruedas y los paneles del fondo plano.
- Estación 12: ajuste de las ruedas y los faros.
- Estación 13: dinamómetro de rodillos para probar el vehículo en todos los modos de conducción.
- Estación 14: prueba NVH (ruido, vibración, dureza). Ajustes si es necesario.
- Estación 15: prueba de lluvia monzónica para probar hermetismo.
- Estación 16: cabina de luz con inspección visual de todas las superficies y pruebas de funcionamiento de todos los componentes.
Después de cada estación, se realizan controles de calidad exhaustivos y se documenta el proceso. El meticuloso proceso de fabricación se complementa con los métodos de producción de la Industria 4.0, que Mercedes-AMG también utiliza en la planta de Affalterbach para la producción de sus motores AMG. A todo esto hay que añadir un aspecto que no hemos mencionado hasta ahora: la personalización de cada coche conforme a los gustos del cliente, que en algunos casos puede suponer un tiempo añadido importante.
La fase final de la producción es una prueba en circuito, donde cada Mercedes-AMG ONE se somete a una prueba de verificación final por parte de un piloto de pruebas de la fábrica. Si todo funciona correctamente y el piloto da su aprobación, al vehículo se le instalan protecciones para el transporte y se envía en camión a la sede de Mercedes-AMG en Affalterbach (Alemania). Allí se da una sesión informativa a los clientes sobre los aspectos técnicos del vehículo y se lleva a cabo la entrega del mismo.
Un propulsor híbrido tomado directamente de la Fórmula 1
A menudo, quizá con demasiada frecuencia, suele decirse que este o aquel coche es un "coche de carreras con matrícula". Lo cierto es que muchas veces queda bastante lejos de serlo. Sin embargo, el Mercedes-AMG ONE puede presumir de tener bastante en común con un Fórmula 1 de la escudería que más títulos ha ganado en la era híbrida de dicha competición. Aunque con modificaciones, el propulsor comparte bastante con el empleado en los Mercedes plateados de la F1.
El propulsor híbrido del Mercedes-AMG ONE está formado por un motor V6 turbo de 1.6 litros y cuatro motores eléctricos, que en total ofrecen 1.063 CV de potencia. El motor térmico tiene 670 CV, está sobrealimentado con turbo eléctrico y es capaz de girar a 11.000 rpm, lo que limita su vida útil: sólo 50.000 kilómetros. También hay, claro está, una batería de alta tensión con 8,4 kWh de capacidad, prácticamente idéntica a la de los Mercedes de Fórmula 1. Toda este caballaje le permite hacer el 0 a 100 Km/h en 2,9 segundos, el 0-200 km/h en 7 segundos y ponerse a 300 km/h desde parado en 15,6 segundos.
De los cuatro motores eléctricos, dos están acoplados al motor térmico y actúan como MGU-K para aumentar el par motor cuando se requiere. Los otros dos motores están acoplados a las ruedas delanteras, lo cual permite tener tracción integral. Los dos motores delanteros son los que mueven el coche en el modo 100% eléctrico, que es como siempre arranca. El motor térmico sólo entra en acción cuando los catalizadores han alcanzado su temperatura óptima de funcionamiento. La transmisión es un cambio manual robotizado de 7 velocidades.
Existen seis modos de conducción: EV, Race Safe, Race, Race Plus, Strat 2 e Individual. Por otro lado cuenta con tres configuraciones aerodinámicas: Highway (carretera), Track (circuito) y Race DRS. En el modo más agresivo, Race DRS, la suspensión baja 37 milímetros en el eje delantero y 30 milímetros en el trasero y se despliegan todos los apéndices aerodinámicos.
Curiosamente, este hiperdeportivo con motor de Fórmula 1 homologa un consumo de combustible de sólo 8,7 l/100 km con unas emisiones de CO2 de 198 g/km según el ciclo WLTP gracias a que puede circular unos 18 kilómetros en modo totalmente eléctrico. Esto dice algunas cosas de los protocolos de medición. Por otro lado, el consumo eléctrico combinado es de 32 kWh/100. Lógicamente no está pensado para consumir lo mínimo posible, sino para ser lo más rápido posible.
En palabras de la propia Mercedes-AMG, «el Mercedes-AMG ONE es el proyecto más ambicioso que hemos emprendido nunca, desde el desarrollo hasta la producción». Desde luego, no es para menos.