Daimler tiene como objetivo posicionar el Mercedes-Benz EQC en el segmento de los SUV eléctricos premium y como una alternativa asequible al Tesla Model X, al Audi e-tron o al Jaguar I-Pace, sus principales rivales en el momento en el que llegue al mercado. Sus clientes objetivo son aquellos que planean comprar su primer vehículo eléctrico y que, aproximadamente la mitad de ellos, lo hagan como un segundo coche familiar.
El Mercedes EQC tiene prevista su fecha lanzamiento en Europa este mismo verano, en China a finales de año y en Estados Unidos a principios de 2020. Su fabricación ha sido destinada a la planta alemana de Bremen, donde también se ensamblan los Mercedes Clase C y GLC, aunque también se fabricará en China. Al ensamblarse en la misma línea de montaje que el GLC, comparte con él algunas características, como la distancia entre ejes, y algunos soluciones mecánicas, como las suspensiones, de forma que Mercedes es capaz de fabricar indistintamente uno u otro en función de la demanda.
En su concepción, Mercedes-Benz ha eliminado algunos de los equipamientos más costosos, que hubieran obligado a elevar su precio, como por ejemplo la suspensión neumática variable, que tan solo se incorpora en la parte trasera. El equipo de diseño e ingeniería logró reducir su coste de producción y por lo tanto su precio de venta, antes de impuestos, a menos de 60.000 euros, lo que le permite acceder a los subsidios de ayuda gubernamentales en algunos países como Alemania. En España, en el que el límite se ha establecido en 40.000 euros antes de impuestos, el EQC estará excluido de las ayudas.
Incluidos los impuestos, el EQC costará en España 77.425 euros. Sus principales rivales tienen actualmente un precio superior. Así el Model X arranca con una tarifa de 85.000 euros y el Audi e-tron en 82.400 euros. También sería algo menos costoso que el Jaguar I-Pace S que se vende en España por 79.100 euros.
El Mercedes EQC tiene un precio de partida inferior a la competencia, circunstancia que la marca quiere aprovechar para recuperar el terreno perdido en la carrera de la movilidad eléctrica.
"Esperamos que aproximadamente la mitad de los compradores del EQC lo compre como un segundo automóvil", asegura Joerg Heinermann, jefe de ventas y mercadotecnia de vehículo eléctrico de Mercedes. Más que "robar" clientes a Tesla, el objetivo de Mercedes es que los suyos permanezcan en la marca ofreciéndoles un producto similar e incluso más barato.
Heinermann está convencido de que el EQC triunfará en Europa, particularmente en mercados como el suizo, donde los concesionarios advierten que los clientes llevan tiempo esperando un Mercedes eléctrico.
Detalles constructivos del Mercedes EQC
El EQC cuenta con dos motores eléctricos que ofrecen 300 kW (408 CV) de potencia, 765 Nm de par motor y tracción total. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,1 segundos y alcanza una velocidad máxima de 180 km/h. La batería se fabrica en la planta de Mercedes en Kamenz, Alemania. Cuenta con 80 kWh de capacidad neta (unos 87 kWh de capacidad bruta) y 652 kilogramos de peso y tiene una garantía de ocho años o 160.000 km. Homologa entre 374 y 417 kilómetros de autonomía bajo el ciclo de homologación WLTP. Su consumo medio homologado es de 20,8 kWh cada 100 kilómetros. La recarga rápida admite una potencia de 110 kW mediante el estándar CCS.
El fabricante alemán ha prestado especial atención al ruido, la vibración y la dureza del vehículo. Cada uno de los motores eléctricos está montado sobre dos juegos diferentes de silentblocks (amortiguadores de vibración) que los aíslan del habitáculo de los pasajeros. El primero está situado en el lugar en el que el motor se conecta a su bastidor auxiliar y el otro donde este se conecta al chasis. Además, se ha agregado una gran cantidad de espuma amortiguadora y fieltros bajo toda la carrocería y también en los pasaruedas, para suavizar los picos de frecuencia del sonido.
La carcasa exterior de aluminio extruido que contiene la batería y los refuerzos estructurales la protegen de impactos laterales. En el marco de la batería se han colocado zonas deformables que absorben tanta energía adicional como sea posible para garantizar que los módulos no sufran daños en caso de accidente. Cerca del eje delantero se sitúa una plancha en forma de arado que evita golpes en la parte inferior, lo que podría representar un riesgo para la seguridad. Si el EQC sufre un accidente, la batería se apaga automáticamente. Este apagado puede ser reversible o irreversible, según la gravedad del choque. También hay interruptores desde los que los equipos de emergencia pueden desactivar manualmente el sistema de alto voltaje.
Para calentar el habitáculo el EQC cuenta con una bomba de calor que recircula el calor residual del compresor y de la batería para ayudar a mantener el interior cálido en clima frío lo que reduce significativamente el consumo de energía, que también proviene de la batería, manteniendo la autonomía.
El sistema de infoentretenimiento MBUX incorpora características especiales para el EQC, como por ejemplo la capacidad para planificar las ruta a través del navegador teniendo en cuenta las paradas necesarias para la recarga. El sistema de recuperación de energía de la desaceleración y la frenada permite seleccionar cinco modos de recuperación diferentes. En el más extremo el EQC puede detenerse completamente levantando el pie del acelerador y sin pisar el pedal del freno.