Los coches eléctricos ya no son la novedad o la rareza. Hoy, la movilidad eléctrica es una realidad real y palpable. Cada vez más coches eléctricos aparecen en las calles o en los garajes con el fin de normalizar una situación que con el paso de los años se irá incrementando. Sin embargo, hace unos años no era así. Hace apenas un lustro el coche eléctrico era algo raro, extravagante y lejano. Los primeros modelos impulsados por baterías sentaron las bases de lo que hoy vivimos. Al igual que cualquier otro fabricante del mercado, Mercedes tuvo un primer vehículo eléctrico, el Mercedes EQC, pero ya casi nadie se acuerda de él.
Hay que echar la vista atrás para ver de dónde venimos. A principios de la década del 2010, Tesla descubrió al mundo un coche que lo cambió todo. El Model S siempre estará considerado como el primer coche eléctrico que hizo posible la electromovilidad. El Nissan LEAF y el Renault Zoe también aportaron su grano de arena en la normalización de la electrificación. Mercedes fue una de las empresas que rápidamente advirtió el cambio. Tras años de desarrollo, en 2019, se lanzó al mercado el EQC. No sólo fue el primer eléctrico de la marca germana, fue el coche que introdujo un nuevo sistema de nomenclatura y una filosofía de diseño que hoy todavía está entre nosotros. Un coche, a todas luces, muy importante en la historia de la compañía.
Un adiós por la puerta de atrás para un coche que lo cambió todo
Con sus 4,76 metros de largo, pronto empezaron las comparaciones. A pesar de la juventud del mercado, el EQC tenía que medirse a rivales de talla internacional como el Tesla Model X, y no hacía falta ser un experto para darse cuenta que si bien el trabajo de los alemanes no era malo, había mucho margen de mejora. Mercedes introdujo algunos conceptos importantes como la gestión automática de la retención mediante el radar de proximidad, recurso que hoy todavía sigue aplicándose. A pesar de todo lo bueno, había muchos detalles a mejorar, como por ejemplo la plataforma. Con las prisas por lanzarlo al mercado, los alemanes adaptaron la arquitectura del GLC en lugar de diseñar una propia.Hoy, los modelos EQ cuentan con estructuras particulares.
En ningún momento a lo largo de su corta vida, el EQC se ha situado entre los eléctricos más vendidos del mundo. Tras él han surgido numerosos modelos importantes en la marca de la estrella como los EQS o EQE en sus versiones berlina y SUV. Nadie echará de menos el EQC. De hecho, nadie se ha percatado de que hace ya un año que no está entre nosotros. En mayo del año pasado el EQC dejó de estar disponible. La producción se detuvo por completo y el coche se despidió por la puerta de atrás de forma precipitada. Fuentes oficiales de la compañía aseguran que la producción finalizó según lo previsto. Con apenas 4 años de vida el EQC había cumplido su propósito, ¿o no?
Nadie sabe qué va a pasar con la denominación EQC. Es posible que vuelva a emplearse en un SUV eléctrico mellizo del GLC, pero dada la situación del mercado no podemos dar nada por hecho. A Mercedes se le está atragantando la era eléctrica. Los ambiciosos objetivos de la empresa no se van a cumplir y modelos como el EQC demuestran que el mercado todavía no está lo suficientemente maduro como para lanzarse de cabeza a él. Es posible que en Alemania opten por no volver a usar las siglas EQ, mucho se ha hablado al respecto, lo que sí está claro es que el EQC fue el patito feo del mercado, apenas llamó la atención, pero siempre estará considerado como el primer eléctrico de producción de Mercedes.
Resulta llamativo que lo que se ha vivido con el EQC está pasando a muchos otros primeros modelos eléctricos. Tesla está dudando seriamente sobre la continuidad del Model S, su primer coche eléctrico de producción en masa. Las ventas han caído significativamente y cuesta ver un modelo nuevo por las calles. Más agresivo es el caso el LEAF. Nissan llegó a liderar el mercado eléctrico mundial con un compacto muy interesante de gran relación calidad-precio. Un coche que lideró las listas de ventas hasta la llegada de los Model 3 y Model Y. Sigue presente en el mercado, pero a nadie le importa. Los japoneses preparan su relanzamiento, aunque será transformado en un SUV que conoceremos, si todo va bien, el año que viene.