El éxito de una marca no sólo reside en el éxito de ventas. Hay marcas que han tenido un coche muy popular y poco tiempo después casi han desaparecido. Lo difícil, lo realmente complicado, es estar al frente de la industria durante más de 100 años, como es el caso de Mercedes. Los alemanes son referencia internacional. Ellos inventaron el coche, pero a lo largo del último siglo lo han estado evolucionando y adaptando a cada nueva etapa del camino. El futuro pertenece a los coches eléctricos y para ellos los ingenieros alemanes ya piensan en cómo mejorarlos. Hoy sabemos algunos de sus trabajos y son realmente impresionantes y sorprendentes.
Pocas veces una marca ofrece un acceso así a las tecnologías del futuro. Mercedes abre las puertas de sus laboratorios para enseñarnos algunas novedades realmente interesantes. Una de las más novedosas es la integración de los frenos en el sistema de transmisión eléctrica del vehículo. Es decir, en lugar de poner los habituales planetarios en cada rueda con sus correspondientes discos y pastillas, Mercedes está estudiando en incorporar un accionamiento eléctrico en los ejes. Dado que los coches eléctricos no abusan tanto de los frenos como los coches convencionales gracias a la retención, en Alemania quieren llevar al límite este concepto, creando un conjunto más liviano y fácil de mantener.
Desde pintura solar hasta microconvertidores en la batería
Según ha informado la marca, las pruebas hasta ahora realizadas demuestran que los frenos integrados apenas sufren desgaste, no se oxidan y prácticamente no necesitan mantenimiento. Tampoco se altera el tacto del freno por parte del conductor. Entre otros beneficios extraordinarios los alemanes reconocen que el sistema es fiable y duradero, además de ser menos dañino para el medio ambiente ya que no se liberan partículas contaminantes con el desgaste. Hay que tener en cuenta que la Unión Europea tendrá, a partir del año que viene, en cuenta dichas emisiones para sumarlas al valor total del vehículo. Por último, los ingenieros destacan que dicho sistema de frenos permitirá integrar llantas totalmente cerradas que a su vez mejoran la aerodinámica.
Otra gran idea en la que se está trabajando en Stuttgart es la integración de un microconvertidor a nivel de celda de batería. Actualmente, las baterías de los coches eléctricos cuentan con un convertidor de potencia que controla toda la pila. Los alemanes proponen la instalación de muchos pequeños convertidores, uno en cada celda, para así, según ellos, “revolucionar las arquitecturas de alto voltaje existentes”. La instalación de un convertidor por cada celda permitirá controlar mucho mejor la batería. "Los resultados de la investigación muestran que es posible proporcionar una salida de alta tensión constante de 800 voltios, independientemente del estado de carga (SoC) y el estado de salud (SoH) de las celdas individuales".
Aumentar la autonomía de los coches eléctricos se ha convertido en una obsesión para todas las marcas. Mercedes ha demostrado que la aerodinámica juega un papel fundamental, pero su último experimento es absolutamente increíble; utilizar pintura solar por toda la carrocería. Una pintura que, según los ingenieros, “podría generar suficiente electricidad para recorrer más de 12.000 kilómetros al año”. Se compone de módulos solares de cinco micrómetros de ancho (mucho más finos que un cabello humano), con apenas 50 gramos de peso por cada metro cuadrado. Se pegan a la carrocería con una pasta muy fina que los une y los fija.
“Las células solares tienen una eficiencia del 20 por ciento. En condiciones ideales, una superficie de 11 metros cuadrados (equivalente a la superficie de un todoterreno de tamaño medio) podría producir energía para recorrer hasta 12.000 kilómetros al año”, explica la empresa. La energía generada por las células solares se utiliza para la conducción o se alimenta directamente a la batería de alto voltaje. Además, el sistema fotovoltaico también genera energía cuando el vehículo está apagado. Por tanto, podría ser “una solución muy eficaz para aumentar la autonomía eléctrica y reducir las paradas para cargar el vehículo”. Encima, no contiene tierras raras ni silicio, se puede reciclar fácilmente y su fabricación es considerablemente más barata que la de los módulos solares convencionales.