Aunque Bruselas ha reculado en un buen puñado de puntos respecto a la introducción de la normativa anticontaminación Euro 7, hay algunas cosas que se van a mantener cuando se ponga en marcha.
Sabemos que la implantación se ha retrasado al menos hasta 2026 y que las emisiones de los motores máximas permitidas se quedan tal cual están ahora. Pero en lo que no se ha dado un paso atrás es en la necesidad de reducir las partículas contaminantes que se crean en forma de microplásticos debido al desgaste de los neumáticos y los frenos.
Una tecnología para mejorar la calidad del aire
Ahí es donde Michelin debe seguir trabajando y poner en valor su sistema mediante el que captura y analiza el residuo procedente de los neumáticos durante la conducción.
El fabricante de gomas aportará su experiencia para ayudar a reducir esta polución, que años atrás ni siquiera se tenía en cuenta en la normativa y de la que no se libra ningún vehículo, independientemente de que utilice un sistema de propulsión electrificado o no.
Michelin parte con ventaja en este sentido, pues lleva 20 años investigando el proceso de abrasión de sus productos y poniéndolo a disposición de la industria. Un punto de partida importante para que se entienda mejor el impacto medioambiental que tiene el desgaste de las gomas a nivel mundial.
El sistema de análisis puntero que han presentado recientemente en la feria Tire Technology Expo 2024 se llama Sample y permite capturar, contar y clasificar las mencionadas partículas, con la máxima precisión posible.
De ese modo, se podrá tender hacia la puesta a la venta de neumáticos cada vez más bioasimilables y menos perjudiciales para la naturaleza y también para el ser humano. De hecho, es tan importante esto, que llegará un momento en que aquellas gomas que no cumplan con los límites de emisiones establecidos tendrán que abandonar el mercado.
Michelin parte con ventaja
Los resultados obtenidos todos estos años y los que se van a seguir obteniendo mediante Sample no sólo van a permitir la fabricación de neumáticos más sostenibles, sino que además sirven a los distintos países y a la propia Unión Europa, para fijar unos límites factibles y estimar el grado de contaminación de cada ciudad o región.
Una polución invisible pero que se ha demostrado que deja en el aire el 50% de las partículas que hay en todo el planeta y que están representadas en parte por caucho, minerales y otros componentes.
Michelin, de manera independiente, ya logró disminuir en un 5% las emisiones de sus neumáticos entre 2015 y 2020, por lo que es una de las marcas que más sencillo lo va a tener con la Euro 7 y los futuros esfuerzos para mejorar la calidad del aire que se pongan en marcha en Europa.