Cuando sir Alec Issgonis creó el primer MINI de la historia, pocos pudieron imaginar que aquel coche pequeño y barato acabaría convirtiéndose en uno de los más famosos del mundo. Aunque muchos piensan en él como una solución ideal para moverse por la ciudad, que lo es, a lo largo de las décadas MINI ha demostrado que también sabe conquistar a los conductores más exigentes. El paso a la era eléctrica no alterará tal condición. La diversión y las prestaciones están garantizadas, o al menos eso es lo que aseguran desde Inglaterra.
El MINI original fue la solución a un problema. En plena crisis del petróleo, los ingleses quisieron desarrollar un coche que fuese tan barato de comprar como de mantener. Su desarrollo supuso romper algunas normas no escritas en la industria y su diseño ya forma parte de los libros de historia. Sin embargo, no muchos sabrán que el primer MINI también demostró una gran pericia en el mundo de la competición. Llegó a conquistar, por partida doble, el Rally de Montecarlo. Su pequeña batalla y la puesta a punto específica de John Cooper, demostró que no sólo estábamos ante un idílico urbano.
MINI trabaja en toda una familia John Cooper Works electrificada
Esa herencia deportiva se ha perpetuado en la familia a lo largo de los años bajo las siglas JCW (John Cooper Works). MINI las emplea para las versiones más extremas de su gama. Unidades de alto rendimiento que exprimen al máximo las cualidades de un coche capaz de plantar cara a algunos deportivos ilustres. La era eléctrica supone un nuevo rumbo para la compañía de Oxford, pero esta no supondrá decir adiós a algunos atributos que ya conocíamos. Los modelos JCW seguirán en la familia para demostrar que también hay espacio para la diversión.
En una entrevista a Motor1, el vicepresidente de la división americana de MINI, Mike Peyton, y el director global de Producto de la compañía, Christian Wehner, han demostrado su compromiso con los modelos JCW. El propio Wehner ha comentado que “John Cooper Works es esencial en nuestra marca. Por supuesto, nuestro objetivo siempre es llevar JCW a la era eléctrica”. Por su parte, Peyton reafirmó este pensamiento con sus declaraciones: “Definitivamente, hay algunas cosas en proceso, porque cuando piensas en un vehículo eléctrico más orientado al rendimiento, encaja bien con las especificaciones John Cooper Works".
El problema, inherente a todo coche eléctrico, será el peso. La aceleración es fácil de conseguir, pero obtener esa esencia típica de los karts no tanto. Ambos directivos han mostrado su confianza en la obtención de un MINI con ADN deportivo, pero el reto no será nada sencillo porque, tal y como declaran, "tiene que ser un MINI, funcionar como un MINI y conducirse como tal". Es una cuestión de equilibrio.
Por el momento, las versiones JCW están en fase de desarrollo. El lanzamiento de la nueva generación del MINI Electric se ha centrado en su versión más racional con hasta 402 kilómetros de autonomía. Hay unidades JCW, pero son acabados, no modelos específicamente desarrollados por la división más extrema de la casa.