Mitsubishi está en pleno proceso de cambio. Los japoneses quieren adoptar la electrificación como único sistema de movilidad, pero esa transición todavía tardará en llegar. Se espera que a finales de la década ya puedan ofrecer sus primeros desarrollos particulares, pero, hasta que llegue esa fecha, han optado por una solución cuanto menos controvertida. Tras 11 años de ausencia en el mercado, el pequeño Mitsubishi Colt vuelve y lo hace replicando a uno de los mejores coches de su categoría. Su enorme parecido con el nuevo Renault Clio no es ninguna casualidad.
En Mitsubishi han pensado que era mejor solución sacar productos gemelos de sus aliados de Renault que estar varios años sin presentar absolutamente nada. Hay que tener en cuenta que los japoneses están plantando las bases de su futura gama. Hace unos meses hicieron lo mismo con el Mitsubishi ASX y hoy se repite con el Colt. La fórmula no puede ser más sencilla: coger un Renault Clio y cambiar lo mínimo para poder lanzarlo al mercado. Tras el SpaceStar es el modelo más pequeño de la compañía, adentrándose en el competido segmento B europeo.
La idea de copiar al Clio no es mala, a fin de cuentas es uno de los mejores utilitarios que uno se puede comprar actualmente. Bajo su carrocería se esconde la plataforma CMF-B de la alianza Nissan-Renault-Mitsubishi. Gracias a ella, el Colt puede disfrutar de las últimas tecnologías del mercado. Dejando a un lado su estética, prácticamente idéntica a la de su hermano francés salvo por los logos y el nombre estampado en el portón, el interior también resulta una calcomanía. En un alarde de creatividad y atrevimiento, los japoneses sólo han cambiado el logotipo del volante y han personalizado gráficos concretos del sistema multimedia.
La presentación es la misma y la tecnología también. Gracias a ello podemos decir que el Colt es uno de los utilitarios más completos del mercado. Su gama de acabados se estructura en cuatro niveles diferentes: Spirit, Motion, Kaiteki y Kaiteki +. En la lista de elementos destacan: cuadro de instrumentos digital con panel de 10 pulgadas, sistema multimedia con pantalla táctil de hasta 9,3 pulgadas, conectividad para dispositivos móviles, faros Full LED, cámara de 360º, climatizador automático y una larga lista de asistentes a la conducción con un nivel 2 de autonomía.
Bajo el capó se instala una amplia oferta de motores y cajas de cambio. Versiones térmicas de pequeña cilindrada centran casi toda la atención, pero, por encima de todas, destaca la versión híbrida no enchufable. El Colt híbrido combina un motor de gasolina y dos motores eléctricos. Uno de ellos realiza las funciones de caja de cambios multimodo. La parte eléctrica se asocia con una pequeña batería de 1,2 kWh de capacidad que sirve de soporte para generar un rendimiento máximo de 145 CV de potencia. En España está catalogado con la etiqueta ECO de la DGT.
Aunque el nuevo Mitsubishi Colt acaba de ser presentado en sociedad, no será hasta finales de año cuando llegue oficialmente a los concesionarios. Además del evidente sello francés, también tendrá impronta española ya que la caja de cambios se fabrica en Sevilla. Por ahora, no se han comunicado oficialmente los precios de venta al público, aunque, teniendo en cuenta su origen, debemos estimar un precio de salida en torno a los 23.000 euros para la versión híbrida de acceso.