El proveedor Vitesco Technologies ha presentado en el EICMA 2022 la siguiente evolución de su sistema híbrido para motocicletas. Presentado por primera vez en la edición del año pasado, esta nueva versión mejora las prestaciones y permite nuevas funciones, como una marcha atrás eléctrica.
La electrificación en el mundo de las dos ruedas avanza a ritmos diferentes según en qué segmento/cilindrada nos fijemos. En las scooters ya hay un sinfín de modelos eléctricos, tanto en ciclomotores como en las motos eléctricas equivalentes a 125 centímetros cúbicos. Sin embargo, en categorías superiores la adopción está siendo más lenta. Y no todas las alternativas son puramente eléctricas, también hay quien está enfocado en las motos híbridas.
Vitesco ha presentado la siguiente evolución de su sistema híbrido para motos, pensado para motocicletas con una cilindrada superior a 125 centímetros cúbicos. Consta de un motor eléctrico de 48 voltios, una caja de cambios manual automatizada y una unidad de control de la cadena cinemática (PDCU).
El principal protagonista es el motor eléctrico. Se trata de un motor de arranque accionado por correa con 12 kW de potencia, el mismo tipo de motor utilizado en los coches con hibridación ligera (MHEV), de los cuales Vitesco es uno de los principales proveedores en el mundo de la automoción. La unidad de control también deriva de los coches, y se encarga de decidir cuándo utilizar la propulsión eléctrica, cuándo el motor de gasolina y cuándo es conveniente utilizar ambos a la vez. El motor de combustión tiene 32 kW de potencia (44 CV).
El motor eléctrico se alimenta de una batería extraíble de 1,5 kWh (capacidad similar al de un coche híbrido no enchufable) que le permite recorrer hasta 30 kilómetros en modo totalmente eléctrico, a una velocidad máxima de 60 km/h. El peso del sistema híbrido aumenta sólo 20 kilos el peso total, dejando este prototipo en 170 kilogramos. Aunque pesa más que una moto de gasolina equivalente, es mucho más ligera que una totalmente eléctrica.
El sistema híbrido aporta varias ventajas interesantes. La primera de ellas es la potencia eléctrica disponible al instante, algo que se agradece especialmente a bajas vueltas. El motor eléctrico aporta 23 Nm de par motor adicional (sin motor eléctrico, 37 Nm a 7.000 rpm), alcanzando un total de 60 Nm en el prototipo -equivalente a una moto de gasolina de mayor cilindrada-. Además, el motor eléctrico compensa la interrupción de par que se produce durante los cambios de marcha. La moto equipa una transmisión inteligente automatizada que puede cambiar de marcha sin necesidad de accionar el embrague en el momento más adecuado para optimizar el consumo de combustible.
Por otro lado, el motor puede utilizarse como freno motor y recargar la batería (igual que un coche híbrido o eléctrico). Y el accionamiento eléctrico también permite ir marcha atrás en modo eléctrico. Tiene otra ventaja: es relativamente barato. Según Vitesco, integrar este sistema en una moto tiene un coste medio inferior a 1.000 euros.
Todo esto no tendría sentido sin hablar de reducción de emisiones. Como también ocurre en el caso de los turismos, Vitesco cree que las motocicletas medianas y grandes con motores de combustión sólo podrán cumplir los futuros límites de emisiones de gases si utilizan un sistema híbrido en combinación con una transmisión manual automatizada. Según Vitesco, esta moto híbrida reduce las emisiones de CO2 hasta en un 75% en el actual ciclo WMTC (World Motorcycle Test Cycle) en comparación con una moto de gasolina equivalente.