Nuestro protagonista de hoy es un coche tremendamente original, con un diseño minimalista que atrae muchas miradas en el sentido más literal de la expresión, y con un aspecto futurista incluso varios años después de su lanzamiento. De hecho, si hubiera que resumir este coche en dos palabras serían tecnología y diseño. Es ágil y muy manejable, ideal para la ciudad, y ahora empieza a tener precios bastante interesantes.
Hablamos del Honda e, uno de los coches con más carisma y personalidad que se han puesto a la venta en la última década, pero que, sin embargo, no tuvo demasiado éxito a nivel comercial. De hecho, fue un fracaso de notable consideración, principalmente debido a su elevado precio.
Quien quería un eléctrico para moverse por ciudad, tenía en el Renault ZOE, una opción de precio similar pero con un 78% más de autonomía (hasta 395 km, según la versión). El cliente que buscase una opción premium, solía decantarse por el MINI Cooper eléctrico, que sí se vende con bastante éxito.
El Honda e consiguió su pico de ventas el mismo año que salió (2020) con 4.078 unidades matriculadas en toda Europa. No es una cifra particularmente elevada, pero fue su mejor año en ventas. Después no hicieron más que disminuir. Pero ahora se pueden encontrar unidades del Honda e de segunda mano, bastante nuevas, con un precio muy inferior a cuando era nuevo y, ahora sí, puede ser una compra interesante para quien necesite un coche para moverse por la ciudad.
Un interior bien hecho e hiperfuturista
Una de los mayores atractivos del Honda e está en el interior. Es un pequeño salón de diseño minimalista, con detalles de calidad típicos de Honda y un salpicadero con ni más ni menos que cinco pantallas. Tiene dos pantallas en los extremos que son los retrovisores digitales, un cuadro de instrumentos digital y dos pantallas táctiles para controlar el sistema multimedia, una central y otra más enfocada para el copiloto. Incluso hoy en día, cuatro años después de su lanzamiento, tiene un aspecto totalmente futurista. Por cierto, se le puede conectar una videoconsola para jugar cuando esté el coche estacionado.
Las pantallas centrales tienen buena resolución y el sistema es muy cómodo de utilizar, gracias a unos menús bien ordenados y widgets que facilitan el acceso a determinadas funciones.
Aunque es un coche pequeño por fuera, ofrece buena amplitud por dentro. La consola central, con huecos para dejar el móvil, la cartera o las llaves, deja un espacio diáfano entre ambos pasajeros, aumentando la sensación de espacio. La parte superior del salpicadero es una superficie de plástico duro, mientras que la parte intermedia es una moldura de madera que crea buena sensación de calidad.
Dos motorizaciones con potencia más que suficiente
Cuando probamos el Honda e, en plena pandemia del covid-19, nos encontramos con un coche muy gratificante de conducir. Aunque tiene tracción trasera, no esperes un coche de sensaciones deportivas con el que irás deslizando la trasera. Es cómodo, con un tacto de conducción agradable y con un radio de giro ridículamente pequeño (4,6 m) que te permite girar en una baldosa. Aunque no sea deportivo como tal, sí tiene un punto divertido.
Existen dos versiones, con 136 y 154 caballos de potencia, ambas con idénticos 315 Nm de par motor. Son cifras más que suficientes para moverse con agilidad, especialmente la versión más potente. El motor eléctrico es síncrono de imanes permanentes y está diseñado y fabricado por Honda.
A diferencia de otros eléctricos donde se busca una respuesta inmediata al acelerador, ideal para ir luego al fisio, en el Honda e es diferente: la respuesta del acelerador está suavizada y la potencia no llega de repente en cuanto damos un pisotón al acelerador. Algo que se agradece si buscas conducir tranquilo.
Batería, autonomía y recarga
El precio era uno de los hándicaps de este coche, unido a su escasa autonomía, que lo convertían en un segundo coche bastante caro. Puede servir como coche único para quien se mueva únicamente por ciudad y alrededores. La batería del Honda e tiene 35,5 kWh de capacidad útil y ofrecía 222 kilómetros de autonomía en la versión de 136 CV. No es un coche para hacer viajes por autovía (tampoco tiene mucho maletero), pero sí es ideal para moverse por la ciudad.
La versión Advance de 154 CV se conformaba con 210 kilómetros de autonomía. No sólo influye la mayor potencia, también los neumáticos. La versión básica montaba neumáticos de baja resistencia a la rodadura, enfocados en reducir el consumo, con llantas de 16 pulgadas. El Honda e Advance llevaba neumáticos Michelin Sport 4, más anchos y con llantas de 17 pulgadas.
En otro recurso de diseño original, el puerto de carga va situado en el capó delantero, debajo de una tapa de vidrio. Se abre mediante un botón que hay oculto en la calandra y se cierra haciendo presión sobre la pieza de vidrio. Admite una potencia máxima de carga de 70 kW en corriente continua, con la que se puede cargar desde el 15 hasta el 80% de su capacidad en 30 minutos. En un cargador doméstico de 7,4 kW (corriente alterna), la batería se carga del 15 al 100% en 4,1 horas.
Precios en el mercado de segunda mano
La mayoría de los que hay anunciados son la versión Advance, que era el más potente con sus 154 caballos. Cuando era nuevo costaba algo más de 37.000 euros y podía acercarse a los 40.000 euros según el equipamiento opcional. Ahora ya se empiezan a ver desde unos 20.000 euros, casi la mitad de lo que costaba nuevo. Aunque la mayoría están por encima de ese precio, hay unidades alrededor de 21.000-23.000 euros con menos de 35.000 kilómetros. Un precio que sí pueden hacerlo muy interesante, sobre todo para quien valore la tecnología, el equipamiento de seguridad y el diseño.
Además de la potencia, hay algunas diferencias de equpamiento entre ambas versiones. La versión Advance se distingue por ofrecer de serie el asistente de aparcamiento autónomo, detector de vehículos en el ángulo muerto, asistente de tráfico cruzado trasero, volante con calefacción, sistema de audio mejorado con 8 altavoces y subwoofer, y retrovisor interior digital con pantalla. Está realmente bien equipada y esto la hace la más interesante.
En cualquier caso, desde la versión básica lleva de serie un techo de cristal panorámico fijo y el paquete de asistentes Honda Sensing, que incluye control de crucero adaptativo, alerta de salida involuntaria del carril con sistema de mantenimiento de carril, control del acelerador para mitigar colisiones (impide acelerar bruscamente cuando se está cerca de un obstáculo), reconocimiento de señales de tráfico y cambio automático de luces cortas y largas, entre otros.
También tiene una aplicación para el teléfono móvil llamada My Honda+ a través de la cual se puede consultar el estado del vehículo, su ubicación y controlar el sistema de climatización.