En Toyota son los reyes de los coches híbridos. No es una opinión personal, solamente hay que mirar sus cifras de ventas. La marca japonesa lleva décadas confiando en sus coches híbridos, hasta el punto de ser muy tozuda con la transición al coche eléctrico. Con tanta experiencia en electrificación, cabría pensar que su primer eléctrico de masas sería un éxito a la altura de sus híbridos, pero lo cierto es que su escasa demanda ha obligado a tirar su precio para intentar venderlo.
Nos referimos, ni más ni menos, al Toyota bZ4X. El primer coche eléctrico de Toyota pensado para el gran público es un SUV, la carrocería más popular hoy en día en España y en toda Europa. Y tenía un tamaño medio, una especie de RAV4 eléctrico que nació con el tamaño ideal para conquistar los mercados. Aunque Toyota siempre puso más cariño en sus híbridos.
Homologa 513 kilómetros de autonomía WLTP, que no es muchísimo hoy en día, pero sí es una cifra más que razonable. Es más autonomía que el Tesla Model Y básico, por ejemplo. Pero sólo sobre el papel, como veremos a continuación. ¿Qué ha fallado entonces?
En España se han matriculado 304 unidades del bZ4X en 2024. Bien es cierto que España no es el feudo del coche eléctrico, pero el Model Y, con un precio mucho más alto actualmente, lleva 3.926 matriculaciones. En el resto de Europa también es notorio el fracaso comercial del SUV eléctrico de Toyota.
Descuentazo de 15.400 euros, y sin letra pequeña
A grandes males, grandes remedios. Toyota ha rebajado 15.400 euros el precio del bZ4X. Sí, has leído bien. La versión más básica, denominada bZ4X Advance 200E 4x2, costaba en su día 49.900 euros antes del brutal descuento de Toyota. Ahora la puedes encontrar desde 34.500 euros y no es una promoción con mucha letra pequeña, es su nuevo precio real. Si se descuentan las ayudas del Plan Moves III, la versión de acceso se puede quedar en 27.500 euros.
Así pues, por menos de 30.000 euros tenemos un SUV eléctrico de 4,69 metros de largo, con más de 500 kilómetros de autonomía homologada y un moderno sistema multimedia, amén de un diseño muy futurista. Incluso tenía una carga rápida razonablemente decente, de hasta 150 kW en corriente continua según la versión. Esto es la teoría, pero en la práctica fallaron varias cosas.
¿Por qué casi nadie compra el bZ4X?
Vamos a dejar un lado los problemas que tuvo el bZ4X nada más empezar a comercializarse. Tampoco vamos a hacer elucubraciones sobre las intenciones de Toyota para con el coche eléctrico. El bZ4X tiene varios puntos débiles, además de una competencia muy difícil.
Por ejemplo, el bZ4X nació sin un planificador de rutas integrado en el navegador, a diferencia de casi todos los vehículos eléctricos modernos actuales. El navegador ni siquiera muestra los cargadores que hay cerca de ti o en la ruta. Por otro lado, la batería tiene sólo 64 kWh de capacidad, ofreciendo una autonomía algo escasa para un coche que debería servir como coche único en la unidad familiar.
La carga rápida es otro punto mejorable. Las versiones 4x4 tenían una potencia máxima de carga de 100 kW; luego se actualizaron a 150 kW, igual que las versiones de tracción delantera. Pero la curva de carga, el factor verdaderamente determinante al cargar, siempre ha sido un punto débil del Toyota. Sobre todo si se compara con los eléctricos de Hyundai-Kia (como el Ioniq 5 o el EV6) y de Tesla.
He ahí otro gran problema del bZ4X: entró a competir en el segmento del Tesla Model Y, el primer coche eléctrico en la historia que ha conseguido ser el coche más vendido del mundo en términos absolutos. Con 4,75 metros de largo, el Model Y tiene un tamaño similar al bZ4X, pero es más amplio por dentro y tiene un maletero muchísimo más grande. Con una batería más pequeña, incluso el Model Y básico tiene más autonomía en condiciones reales gracias a su extraordinaria eficiencia. También carga mucho más rápido y, haciéndolo en los Supercargadores Tesla, con una experiencia de uso de lo más cómoda. El software está uno o varios pasos por delante y, a nivel dinámico, el chasis también tiene mejor puesta a punto (aunque habrá quien prefiera el mayor confort del Toyota). Y cuando salió el bZ4X, el japonés era más caro que el Tesla.
El Model Y por sí solo eclipsa a la mayoría de sus competidores. Pero el bZ4X también ha tenido que vérselas con el Ford Mustang Mach-E, el Hyundai Ioniq 5, o el Skoda Enyaq. Últimamente han llegado más competidores, como el nuevo Peugeot E-5008 o el todavía más reciente Xpeng G6. Con la rebaja de más de 15.000 euros, el Toyota es el más barato de todos ellos por bastante diferencia. Veremos si el precio es suficiente aliciente para conseguir reavivar la demanda.