En Europa, la sindicalización es algo común. Los trabajadores se organizan bajo un ente que actúa como intermediario con la empresa. No obstante, esta práctica no es bien vista en muchos países, incluyendo Estados Unidos. Muchos empresarios perciben a los sindicatos como un obstáculo para el funcionamiento eficiente de la empresa. Un claro ejemplo es Elon Musk. El empresario desconfía de los sindicatos y evita su presencia a toda costa. Esta postura le ha generado serios problemas en Suecia.
Hace casi un año que los trabajadores del servicio técnico de Tesla en Suecia se declararon en huelga, demandando su inclusión en un convenio colectivo que garantice mejores condiciones laborales. Al inicio, la huelga en Suecia parecía manejable, ya que solo involucraba a un pequeño grupo de trabajadores. Sin embargo, Tesla subestimó la solidaridad que caracteriza a los trabajadores suecos.
Un conflicto que se les fue de las manos
Varios sindicatos del país, como el de los trabajadores portuarios, los electricistas y los de la limpieza, que colaboran con Tesla, se han negado a trabajar con la empresa en apoyo a la huelga. Musk comunicó a los empleados suecos que no podían firmar un convenio colectivo con un sindicato, una postura rígida que ha paralizado las negociaciones.
Esta actitud ha llevado a que otros sindicatos también se movilicen. Los de Dinamarca y Noruega se han unido al boicot contra Tesla hasta que la compañía acepte un convenio colectivo para sus trabajadores de servicio. Los trabajadores portuarios se negaron a descargar sus vehículos. Sin perspectivas de una resolución, Tesla se ha visto obligada a buscar soluciones alternativas, como aumentar el uso de camiones y trenes y ha recurrido a traer trabajadores de servicio de otros países por vía aérea.
El éxito de Tesla en Suecia
Suecia es uno de los principales mercados de vehículos eléctricos en Europa. Allí Tesla lidera las matriculaciones. Sin embargo, el panorama es incierto debido a una huelga sin señales de resolución. A pesar de estos inconvenientes y del daño que su firmeza contra los sindicatos ha causado, Tesla sigue logrando buenos resultados en cuanto a la entrega de automóviles en Suecia.
Según los últimos datos de Mobility Sweden, el fabricante americano entregó 16.478 vehículos en allí durante los primeros nueve meses del año, lo que representa un incremento del 1% en comparación con el mismo período de 2023, justo antes de que comenzara la huelga. La compañía ha alcanzado una notable cuota de mercado en 2024, el 8,5% en 2024, superando a la lograda el año anterior, que era de un 7,8%.
Sin embargo, los problemas no han terminado. Cuarenta integrantes de otro sindicato que colabora con la empresa eléctrica de Gotemburgo advirtieron que cesarían sus servicios a las estaciones de carga de Tesla, como parte de un boicot en apoyo a la huelga de los trabajadores de Tesla.
Mientras, el fabricante sigue optando por abordar estos problemas de forma individual, en lugar de permitir que los sindicatos se involucren en sus operaciones.