Hay una cita que viene de antiguo y dice algo así como: "Haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga". Una frase que viene a ser la antítesis de predicar con el ejemplo y que se podría aplicar a los 350 diputados del Parlamento español, pues ninguno de ellos promulga con el ejemplo de la movilidad eléctrica, pese a lo que algunos de ellos proclaman en los programas electorales de sus partidos. Y es que según publica El Mundo, ninguno de los 350 nuevos diputados ha declarado tener un coche eléctrico en propiedad.
Como viene siendo habitual desde hace algunos años, todos los diputados y senadores tienen que presentar una declaración de bienes patrimoniales, que se publica en las páginas web del Congreso y el Senado en un ejercicio de transparencia. Y, en lo concerniente a sus coches, podríamos decir que no les preocupa mucho cuán contaminantes son.
Sin ir más lejos, la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, declara tener en propiedad un Peugeot 307 del año 2007 y un Peugeot 5008 del año 2011. Como tantos otros diputados, no especifica si son gasolina o diésel, pero en cualquier caso ninguno es el mejor ejemplo de coche "para la transición ecológica". María Luisa Carcedo (Ministra de Sanidad), por su parte, tiene un Audi A4 1.9 TDI de 1998 con más de veinte años a sus espaldas. Según Anfac, la patronal de los fabricantes, un diésel moderno emite hasta un 90% menos de partículas nocivas que uno de hace 10 años.
Por otro lado, María Jesús Montero, la Ministra de Hacienda, tiene un Nissan Primera del año 2000; Carmen Calvo (Vicepresidenta del Gobierno) declara un Nissan Micra de 2006; José Luis Ábalos (Ministro de Fomento) un Toyota RAV4 de 2003; José Guirao (Ministro de Cultura), un Dacia Sandero de 2013; y Fernando Grande-Marlaska (Ministro de Interior), un BMW X3 del año 2015. Pedro Duque (Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades) declara "un coche de 2013", sin aportar más detalles, una imprecisión en los datos bastante recurrente en la declaración de vehículos de los parlamentarios.
Solamente tres parlamentarios declaran poseer un coche híbrido: Isabel Celaá, la ministra de Educación, que posee un Toyota Auris híbrido de 2017; Alejandro García (Unidos Podemos), que declara también un Toyota Auris híbrido; y Antonio Roldán (Ciudadanos), que tiene un Kia Niro híbrido. Nadie en el equipo de Gobierno ni en todo el Parlamento declara tener en propiedad un coche 100% eléctrico. Ni siquiera tampoco la Ministra de Industria, que posee KIA Cee'd de 2016.
Detrás de los únicos tres parlamentarios con coche híbrido, el siguiente acercamiento en cuanto a reducción de emisiones lo tiene la diputada María Dolores Narváez (PSOE), que tiene dos automóviles de gas licuado de petróleo (GLP): un Opel Corsa GLP de 2016 y un Chevrolet Aveo GLP de 2010.
Pese a que su retribución como parlamentarios multiplica varias veces el salario medio en España, el parque móvil de los diputados es un reflejo del parque de todo el país: vehículos con una media de edad cercana a los 12 años de antigüedad media del parque móvil español (el tercero más viejo de la Unión Europea tras Portugal y Grecia) con una presencia de coches eficientes y de cero emisiones locales todavía insuficiente.