Hace algunos meses ya supimos que desde la firma Northvolt se disponían a lanzar su programa de reciclaje de baterías, algo a lo que muchos productores de baterías se están encaminando. Hoy desde dicho departamento de reciclaje denominado Revolt, la marca sueca ha anunciado la producción de su primera celda de batería de iones de litio NMC (níquel, manganeso y cobalto) a través de los materiales recuperados de otros dispositivos de almacenamiento energético desechados.
Según el plan de fabricación de Northvolt, el 100% de los materiales de níquel, manganeso y cobalto empleados en dispositivos desechados, son completamente reutilizados. Esto es algo que apoya de forma importante firmas tan relevante dentro del sector del automóvil, como Volkswagen. A través de las diferentes fases de reciclado, es posible recuperar hasta un 95% de los metales empleados en una batería desechada y dotar a estos de una pureza al nivel que presentarían los materiales recientemente extraídos.
Por lo que especifica la directiva de la propia firma de baterías, el rendimiento de esta batería está completamente igualado al que presenta una celda fabricada con materiales nuevos. Los metales más relevantes, como el níquel, manganeso y cobalto, se recuperaron vía un proceso de tratamiento hidrometalúrgico de baja energía que efectúa su trabajo a través de una solución acuosa que aísla los metales y los separa de las impurezas.
Su próxima fábrica para la construcción de baterías recicladas se llamará Revolt Ett.
Una vez que la compañía ya ha presentado su primera batería de fabricación enteramente reciclada, el siguiente paso pasa por levantar la primera planta de producción de este tipo de baterías a gran escala. Esta se ubicará junto a la factoría que ya posee la firma en Skelleftea, Suecia. Su denominación será la de Revolt Ett, y se espera que sea posible reciclar un total de 125.000 toneladas de baterías de forma anual, algo que redundaría en un total de 30 GWh al año, la mitad de la producción que prevé realizar la marca en los próximos años (60 GWh).
Ahora que desde Northvolt han demostrado la validez del proyecto, centra sus miras en la ampliación de capacidades de reciclaje con el objetivo de poder cumplir su meta de producción de células con un 50% de material reciclado en 2030. Esto se podrá hacer efectivo una vez la planta de Revolt Ett esté completamente desarrollada y en plena función, cuando esperan lograr la cifra de reciclaje de 125.000 toneladas de baterías al año.
La construcción de dicha factoría dará el pistoletazo de salida durante el primer trimestre de 2022, mientras que su finalización e inicio de las operaciones llegaría un año más tarde, en 2023. Aquí se dará lugar el reciclaje de materiales principales como el níquel, manganeso y cobalto, mientras que también saldrán otros como el cobre, litio, el aluminio o el plástico, aunque en menor medida que los tres primeros. Estos provendrán de baterías que ya han finalizado su vida útil en vehículos eléctricos, así como de los propios desechos generados por la planta de Northvolt.
Una vez la operación de reciclaje y fabricación se haga efectiva, podremos comenzar a ver las primeras baterías provenientes de estos materiales reciclados, algo que esperan sea notablemente beneficioso para el medio ambiente, así como que repercuta en una economía circular.