Noruega, a pesar de ser un territorio rico en petróleo, es el mercado de Europa en el que más se han consolidado los coches eléctricos. Durante 2018, uno de cada tres vehículos que se vendieron en el país nórdico estaba estaba electrificado, llegando a alcanzar el 31,2% de las ventas totales.
La cifra supone un aumento considerable partiendo de los datos de 2017, balance en el que la venta de coches eléctricos, híbridos o híbridos enchufables supuso el 20,8% del total de la industria noruega o del 5,5% de 2013. Frente a la subida de los vehículos de nueva energía, las ventas de los de combustión cayeron un 6,8% hasta registrar 147.929 nuevas matriculaciones.
Noruega es el único país de Europa que se ha propuesto acabar con los motores de combustión para 2025. "Estos datos son un pequeño paso más cerca del objetivo", señaló Oevyind Solberg Thorsen, jefe de la Federación Noruega de Transporte. La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) señaló en un informe que Noruega es uno de los países con mayor cuota de mercado no solo de Europa, sino del mundo.
Según la IEA, los coches electrificados, que incluyen vehículos híbridos e híbridos enchufables, representó en 2017 un 39% del parque automovilístico noruego, muy lejos de la cuota de Islandia (12%) o Suecia (6%) y extremadamente distante de los datos de China (2,2% del total de coches) o EEUU (1,2%).
Mientras que las ventas de eléctricos en Noruega batieron el récord europeo, las de modelos diésel cayeron un 28%, junto al descenso del 17% de los motores de gasolina o la disminución también del 20% de las ventas de híbridos no enchufables. En cuanto a los modelos eléctricos, lo más vendidos durante 2018 fueron el Nissan Leaf, el BMW i3 y el Model X de Tesla.