El volumen de ventas de vehículos eléctricos en el mercado noruego exigirá una actualización de su red eléctrica durante los próximos 20 años, que supondrá una inversión de 1.125 millones de euros hasta 2040. Si continúa la tendencia al alza de las ventas de coches eléctricos en el país nórdico, la demanda de energía que se precisará para recargar sus baterías no podrá ser asumida por la red eléctrica actual a no ser que los conductores varíen sus hábitos de carga.
Esta es la conclusión a la que llega un estudio realizado por Poyry, una consultora energética contratada por el regulador de energía noruego. Las ventas de automóviles eléctricos en Noruega volvieron a alcanzar una cifra récord en marzo de 2019. Casi el 60% de los nuevos vehículos matriculados fueron completamente eléctricos. Por las carreteras noruegas circulan actualmente 220.000 vehículos eléctricos, de un total de un parque de 2,7 millones de unidades.
Este es el resultado de más de 20 años de políticas estatales dirigidas a impulsar la movilidad eléctrica con el objetivo de acabar con las ventas de automóviles de combustión en 2025 y lograr una flota de vehículos neutral en carbono para el año 2040. Entre ellas están la exención del pago del IVA y otras ventajas añadidas que facilitan su uso, como la gratuidad de los peajes y del estacionamiento y una amplia red de recarga pública.
El estudio
El estudio encargado por el regulador de energía noruego ha tenido en cuenta los datos del mercado automovilístico durante los últimos años y ha extrapolado los resultados para calcular la evolución de la venta de eléctricos. El escenario objetivo que se ha estudiado es el año 2040 en el que Poyry estima que habrá aproximadamente 1,9 millones de coches eléctricos que demandarán una energía anual combinada próxima a los 5 TWh.
Considerando que lo más probable es que los conductores mantengan sus hábitos de recarga por la tarde y por noche, la inversión necesaria en la red eléctrica será de 1.125 millones de euros (11.000 millones de coronas). Las previsiones de Erik Figenbaum, investigador jefe del Instituto de Economía del Transporte de Noruega (TOI), indican que el consumo de energía pasará de los 0,8 TWh actuales hasta los 8,8 TWh en 2040. Suponiendo un parque de vehículos 100% eléctrico, la cuarta parte proveerá de la recarga de sus baterías.
Los resultados del estudio de Poyry reparten la inversión de la siguiente manera: el 60% de la inversión se destinaría a las redes de baja tensión, el 10% a las subestaciones, el 28% a las redes de alta tensión y el 2% para transformadores de alta tensión.
Según las declaraciones realizadas a Reuters por Kjetil Ingeberg, director Poyry en Noruega, los consumidores se enfrentarán a un aumento en el coste de las tarifas eléctricas generales, ya que "es improbable que se aplique una tarifa específica para los propietarios de un coche eléctrico".
Otra solución
Si los conductores continúan recargando sus vehículos todas las tardes, la franja máxima de demanda, que ahora se sitúa entre las 8 y las 9 de la mañana, pasaría a ser la de las 17 a 20 horas. Sin embargo, un cambio en los hábitos de recarga podría evitar esta situación. Cargar las baterías solo por la noche reduciría al mínimo los costes de la red, mientras que si la carga se realiza por la tarde solamente cuando las baterías estén relativamente vacías requeriría un poco más de 400 millones de euros (4.000 millones de coronas) de inversión.