Noruega se puede considerar un laboratorio para los mercados de coches eléctricos de otros países. Va muy por delante del resto, gracias a la estrategia que se aplican desde hace 20 años y que no ha sido paralizada por ninguna de las formaciones políticas que han accedido al gobierno. Una de las razones por las que los noruegos eligen un coche eléctrico antes que uno de combustión es el precio. Allí son más baratos porque no pagan el 25% de IVA que sí abonan los de combustión. Una ventaja que, por lo que parece, desaparecerá paulatinamente, empezando por los coches eléctricos de más alta gama.
Según los datos históricos de los últimos diez años publicados por Norwegian EV Association y la Agencia Reuters la progresión del mercado de vehículos electrificados, incluyendo los híbridos convencionales, los híbridos enchufables y los eléctricos puros, no deja lugar a dudas. Si en 2011 estas tres tecnologías no alcanzaban ni el 5% de la cuota de mercado, en 2020, su suma está por encima del 80%, lo que supone un ascenso de 68%, una cifra sin precedentes en ningún mercado mundial.
A día de hoy, en el país escandinavo los coches eléctricos no pagan IVA, mientras que el tipo general de un modelo de combustión es del 25%. Tampoco pagan impuesto de circulación ni aranceles de importación, y tienen una reducción mínima del 50% en peajes de carretera, ferrys o zonas de aparcamiento regulado. Descuento que puede aumentar dependiendo de la localidad. Además, existe un quórum entre todos los partidos políticos para mantener la expansión de la infraestructura de carga.
Thor Egil Braadland, responsable de las relaciones entre la Asociación automovilística noruega NAF (Norges Automobil Forbund-NAF) y el gobierno, señala, sin embargo, que esta situación parece que no va a durar mucho más tiempo. En sus conversaciones con las distintas formaciones políticas del país escandinavo señala que varias de ellas, que forman la práctica mayoría de las cámaras de gobierno, han acordado volver a introducir el IVA en la compra de los coches eléctricos el próximo año. Así lo van a proponer tanto el Partido Laborista como el Partido Conservador y el Partido Popular Socialista, lo que significa que, independientemente de quien consiga el gobierno, la ley saldrá apoyada.
El mercado noruego es un laboratorio para la movilidad eléctrica en el resto del mundo.
Inicialmente, serán los más caros los que recuperarán este impuesto. Todos aquellos cuyo precio de venta sea superior a 600.000 coronas noruegas (57.271 euros al cambio actual). El IVA en Noruega supone sumarle al precio de venta un 25%, lo que para un modelo que estuviese en el límite significarían 14.300 euros más, es decir, habría que desembolsar por él la friolera de 71.588 euros.
Además, Braadland advierte que, suponiendo que la ley entrase en vigor a partir de enero de 2022, se aplicaría a todos los vehículos que se entregasen a partir de esa fecha, independientemente de la de adquisición. Esta estrategia, inevitablemente se irá incorporando al resto de los escalones de precio, hasta que finalmente todos los coches eléctrico vendidos en Noruega, vuelvan a pagar el IVA, tal y como requiere un mercado "natural".
La decisión de los políticos noruegos es una consecuencia lógica de la estrategia seguida para favorecer la venta de coches eléctricos. Una vez que el producto se ha asentado y se ha convertido en una alternativa, es necesario ir retirando las ayudas para que él solo se afiance entre los compradores, sin necesidad de ayudas externas que, en el fondo, son antinaturales.
Geir Kristoffersen, director general de la empresa de análisis Rødboka, que sigue de cerca el mercado automovilístico noruego, cree que la creciente competencia afectará a los precios generales de los coches en un futuro cercano, lo que beneficiará los compradores. Citando modelos tan atractivos y prometedores como el Nissan Ariya y el Tesla Model Y, la mayor oferta permitirá reducir los precios de los coches, lo que debería compensar su aumento de precio por la vuelta del IVA. "Ya hemos visto que Tesla ha rebajado el precio del Model 3, que Nissan ha continuado bajando los precios de su Leaf más potente y que Volkswagen también ha reducido los precios de ID.3". Lo que él llama "una guerra de precios en la industria automotriz" va a continuar de manera que el mercado se estabilizará sin necesidad de incentivos.